M. IGLESIAS

Era más que un hombre político, un «luchador» y «héroe» socialista cuyas condiciones trascendieron incluso «los ideales revolucionarios». En 2008, año del centenario del nacimiento del chileno Salvador Allende, poetas, amigos y literatos han querido hacerle su particular homenaje mediante las palabras.

Unidos en torno al recuerdo de Allende, ayer se dieron cita en el XI Salón del Libro Iberoamericano varios allegados, de una forma u otra, al político. Los poetas y escritores Heddy Navarro, Elicura Chihuailaf, Mario Amorós, Luis Sepúlveda, Bruno Serrano y Víctor Hugo de la Fuente, acompañados por el músico Américo Appiano, hablaron de la vida del chileno, ligada a su obra.

«Hablar de Allende es hablar de un héroe», sentenció Víctor Hugo, «su figura es la búsqueda de un socialismo distinto a todo lo demás», añadió. El escritor recordó, además, que la figura de Salvador Allende «no desaparece»; «recuerdo cuando murió Pinochet, que el pueblo chileno salió a celebrarlo y en la multitud se leía una pancarta que ponía "murió el tirano, Allende vive"». Una anécdota que le sirvió a Víctor Hugo para explicar que «muchas de las ideas que Allende intentó en su momento se están llevando a cabo 35 años después».

Bruno Serrano presentó una visión más cercana del socialista, «ya que tuve la suerte de estar cerca de Allende y haber compartido con él los primeros días de la República», dijo. La imagen que Serrano tiene de Allende es «singular», puesto que es «una persona irrepetible». El escritor chileno, quien aseguró que Salvador Allende «no era sólo la elocuencia del discurso, sino que también era la persona», dijo que «en el fondo asumimos que Allende es como un padre».

Luis Sepúlveda aseguró que el político tenía «un sentido del humor extraordinario, con una calidad humana maravillosa». «En una ocasión, su hija y yo le compramos una camisa que utilizó durante un discurso; cuando acabó, nos dijo que era el primer intento de asesinato por asfixia al presidente de la República», contó Sepúlveda sobre Allende.

En las palabras de homenaje al chileno también estuvo presente el periodista Mario Amorós, quien escribió el libro que lleva por título «Compañero presidente: Salvador Allende, una vida por la democracia y el socialismo». El autor intenta mediante la obra «rescatar la historia política de Allende». «Quiero que se recuerden sus tareas antes de que fuera presidente de la República; él siempre reivindicó un marxismo crítico, despegado del dogmatismo», dijo Amorós. A Heddy Navarro tampoco le faltaron palabras de halago para Salvador Allende, del que destacó su «afán por unir a la izquierda del país para crear un programa único para todo Chile». Además, Navarro dijo del político que «nunca decayó en construir la libertad».

Por último, el cantante chileno Américo Appiano, quien abandonó Chile en un «exilio simbólico», recordó cómo se «tergiversó su obra, su imagen y su persona frente a lo que había sido importante en la historia de nuestro país». Appiano, como recuerdo final, le dedicó la canción «El cigarrito», de Víctor Jara. Para que todos sepan que «el héroe sigue vivo».