C. JIMÉNEZ

El arquitecto granadino Juan Domingo Santos participó en el ciclo de conferencias «Espacio y tiempo. Visiones sesgadas», en la sede gijonesa del Colegio de Arquitectos.

-¿Cuál es su modelo arquitectónico?

-Entiendo la arquitectura como un acto vital: es una forma de relacionarse con el mundo, intentando comprenderlo sin manipularlo. Las mías son propuestas no objetuales.

-Una idea muy diferente a la de las grandes ciudades.

-La tendencia de las grandes ciudades es a crecer bajo el modelo de ciudad jardín, con esos adosados terroríficos, que provoca la situación estúpida de talar los árboles existentes para volver a plantar otros nuevos. Mi propuesta va hacia una optimización del terreno aprovechando el huerto con una finalidad para viviendas, de forma que arquitectura y paisaje vayan de la mano.

-¿Le gusta lo que se está haciendo en España?

-Las casas de hoy carecen de emoción. A veces la arquitectura está sobrexcitada. Se dice más de lo que se debe decir, y eso no beneficia. No podemos fijarnos sólo en hacer proyectos estrella y singulares. Hay que combinar los elementos que identifican el tejido interno de la ciudad con los elementos cambiantes.

-¿Y en Asturias?

-Asturias tiene un paisaje muy bonito y los proyectos en relación con la naturaleza tienen mucho futuro. En las promociones masivas se debe tener más en cuenta esa idea. El mayor reto es trabajar con la naturaleza sin que el lugar pierda su identidad.

-¿La arquitectura se ha visto afectada por el pinchazo del ladrillo?

-La crisis se percibe para las grandes promociones, pero las grandes promociones no han producido arquitectura de interés. En cierto modo, era una tendencia lógica y necesaria para sanear el sistema, aunque en mi estudio mantenemos el mismo ritmo de trabajo porque nos preocupa que la arquitectura tenga un sentido mayor que el económico.

-Su obra ha estado en el MOMA, ¿qué diferencias observa entre el modelo arquitectónico de EE UU y el europeo?

-Existe un ambiente muy agitado y cambiante. Son más objetuales que en Europa y se considera la arquitectura como un hito; en cambio, aquí estamos más preocupados por conciliar el valor del edificio y el paisaje.