J. L. ARGÜELLES

Dos puertos del sistema estatal español, los de Barcelona y La Coruña, obtuvieron más subvenciones europeas para sus obras de ampliación -con cargo a los fondos de cohesión del período 2000-2006- que El Musel, según datos del Ministerio de Economía.

El plan director de la principal dársena catalana logró 277,2 millones y las nuevas estructuras de abrigo de Punta Langosteria, en la citada dársena gallega, un total de 257,5 millones, frente a los 247,5 millones que fueron aprobados para la ampliación de la terminal gijonesa. Los fondos de cohesión aprobados para los trabajos de Barcelona, La Coruña y Gijón han supuesto el 53, el 71 y el 55 por ciento del total de las respectivas obras.

El Gobierno de España se hizo con 1.170 millones en fondos de cohesión, en el mencionado período 2000-2006, para 22 proyectos en las dársenas de su titularidad, una cantidad equivalente al 54 por ciento de los 2.158 millones en que se evaluaron los trabajos para modernizar varios puertos (ver cuadro en esta página). Las ayudas europeas para Barcelona, La Coruña y Gijón representan el 23,7, 22 y 21,2 por ciento, respectivamente, de los 1.170 millones que, en concepto de fondos de cohesión, aprobó la Comisión Europea para España.

Estos datos muestran que El Musel no fue el puerto español más beneficiado en el anterior reparto de fondos de cohesión, aunque sí es cierto que a los 247,5 millones que logró para la construcción de su nuevo dique de abrigo al pie del Cabo Torres hay que añadir otra partida de ayudas de 16,6 millones para la ampliación de los muelles de La Osa.

El ministro de Economía, Pedro Solbes, entregó el pasado 25 de marzo a la comisaria europea de Política Regional, la polaca Danuta Hübner, el listado con los proyectos para los fondos de cohesión del período 2007-2013 (a España le corresponden 4.900 millones), en el que se incluye una nueva petición de 135 millones por parte de la Autoridad Portuaria de Gijón para hacer frente al sobrecoste de la ampliación de El Musel.

Los servicios técnicos del Ministerio de Fomento y de Puertos del Estado, así como Abogacía del Estado, han justificado un deslizamiento presupuestario en el superpuerto asturiano de 250,9 millones (con IVA) y han autorizado la modificación técnica y económica del proyecto al considerar que ese desfase es consecuencia de una «causa sobrevenida»: la imposibilidad de abastecimiento de materiales desde las canteras de Aboño y Perecil. El nuevo dique de abrigo costará, finalmente, 830 millones (con IVA). La Comisión Europea debe decidir ahora si amplía la concesión de fondos al puerto gijonés.