El arte de la política pasa por el discernimiento de los asuntos verdaderamente trascendentes frente a los superfluos. Los políticos deben desarrollar una cualidad que les permite tener buen juicio: el sentido de la realidad. Dejarse de juegos florales y encarar las dificultades que precisan auténtico liderazgo. Las ideas inútiles suelen arruinan la vida de miles de asturianos y, como se aprecia no muy lejos, todos pagamos los errores públicos. Por esa razón, la defensa de las tarifas eléctricas para el porvenir de las grandes industrias de Asturias debe figurar en las prioridades de las agendas políticas. Han dado la voz de alarma unos sindicalistas. Existe un verdadero riesgo de deslocalización empresarial, si la tarifa eléctrica daña la competitividad regional. ¿Quién defiende a Asturias ante el Ministerio de Industria?