Nuestra ciudad la conforma su vinculación con la mar. Cada vez menos como forma de vida y más como instrumento de actividad económica y fuente de progreso.

El puerto de El Musel es un motor importantísimo de la economía asturiana y gijonesa, y debemos actuar para que se constituya, en un futuro inmediato, como fuente de ingresos turísticos para la ciudad, algo que ahora no se está logrando por la dejadez de nuestros dirigentes políticos.

Nos vemos obligados a recordar a los gijoneses que el Grupo parlamentario Popular en la Junta General del Principado presentó ya en el año 2006 una proposición para que se crease una zona específica para atraque y recepción de cruceros, aprovechando las importantes obras de ampliación de El Musel. El Grupo Socialista la rechazó; más concretamente, el diputado regional gijonés y secretario general del PSOE, José Manuel Sariego, en una de sus pocas intervenciones como parlamentario reconoció la escasa relevancia del tráfico de cruceros en nuestra ciudad.

También el Grupo municipal Popular presentó, en reiteradas ocasiones, iniciativas en el mismo sentido. La última, un ruego del año 2006. A ella respondió la Alcaldesa que ya estaba contemplado por la Autoridad Portuaria. Todos nos preguntamos, dos años después, ¿dónde?

Queremos que en Gijón deje de ser noticia la recepción, por sólo unas horas, de unos pocos cruceros, un número mínimo a lo largo de todo un año. Y lo queremos porque lo lógico y deseable es que el atraque de este tipo de buques ha de ser un hecho habitual y continuado en Gijón.

Nuestra postura no es conformista con la situación actual y coincide con el criterio de los expertos que auguran que este tipo de turismo sólo acaba de empezar, que tiene un gran potencial de futuro y que las claves consisten en la gran variedad de ofertas, con creación de productos diferentes, adaptados a los bolsillos de todo tipo de turistas.

Según la Organización Mundial de Turismo, las previsiones de la industria de cruceros para el año 2010 apuntan a que el número de pasajeros será de 22 millones. Calculan que esta actividad genera unos beneficios muy elevados, sobre todo por el gasto realizado por los cruceristas, que oscilan entre 75 y 150 euros por día en la ciudad donde atracan.

Y, puesto que los pronósticos auguran un receso en el turismo convencional, sería necesaria la adopción de medidas en El Musel, para que este superpuerto se dotara de infraestructuras acordes a las necesidades de un gran puerto de cruceros.

Es obligación de la Alcaldesa y de su concejal de Turismo, José María Pérez, como miembros del consejo de la Autoridad Portuaria, que se impliquen en este objetivo y trabajen para dejar de ser el puerto con peor calificación de la asociación Costa Verde Cruise, creada por las autoridades portuarias del norte de España para promocionar zonas próximas, aprovechando las sinergias que ofrecen las escalas de grandes cruceros, que transportan miles de pasajeros.

Para dejar en evidencia la situación en que se encuentra Gijón en este ámbito, basta compararse con las ciudades costeras más cercanas, como el puerto de La Coruña, que recibirá más de 54 transatlánticos, con casi 60.000 personas; el puerto de Bilbao, que ha sido la ciudad que más progreso ha realizado en estos años, ya recibe 40 cruceros, con capacidad para más de 40.000 pasajeros, e incluso nuestra vecina Santander, que recibe 9 cruceros. Y, en último lugar, Gijón, que ha recibido en los últimos tres años una media de cuatro buques.

Estas cifras dejan en evidencia que los responsables políticos del municipio no están trabajando suficientemente para potenciar el puerto de Gijón, que debemos hacerlo más competitivo en el ámbito turístico, adaptándolo a las nuevas necesidades tanto en infraestructuras como en mejoras en su entorno.

Debemos hacernos eco, por ejemplo, del desarrollo experimentado por el puerto de Bilbao, que en la última década ha multiplicado por siete el número de cruceros, con nuevas infraestructuras como el muelle de atraque de Getxo, su excelente promoción turística, basada en rutas culturales, gastronómicas y paisajísticas, así como actuaciones con ayuntamientos y otras administraciones para recuperar zonas deterioradas, invirtiendo en proyectos emblemáticos, como el Guggenheim, realidades que le han llevado a una proyección internacional.

¿Es que Gijón no puede ofrecer lo mismo y conseguir esos mismos objetivos, tan favorables para la ciudad?

El hecho de que el propio ente público dependiente del Ministerio de Fomento Puertos del Estado, en acuerdos suscritos con diferentes autoridades portuarias españolas, prevea inversiones millonarias hasta el próximo 2010, mayoritariamente para ampliación de muelles, equipamientos y terminales de pasajeros, urbanización de zonas limítrofes, etcétera, nos muestra el gran interés que tiene este tipo de inversiones para el futuro de cualquier puerto.

Por ello, esperamos, desde el Grupo municipal Popular, una mayor implicación del actual equipo de gobierno para que gestione una apuesta fuerte por el turismo en el puerto de El Musel, para conseguir desarrollar al máximo nuestro potencial y equipararnos al resto de puertos y ciudades competidoras en este sector.

María Teresa Menéndez Hevia es concejala del Grupo Popular del Ayuntamiento de Gijón.