A. RUBIERA

Hace sólo unos años Proyecto Hombre tuvo que abrir en Asturias una línea específica de tratamiento para la adicción a la cocaína, debido a la creciente presencia de dicha droga y a la evidencia de sus estragos. En 2003, año de consolidación de esa línea de trabajo, fueron atendidos en el programa asturiano 54 cocainómanos. Sólo cuatro años después el número de personas que tienen en la cocaína su droga de referencia y que se interesaron por alguno de los programas de rehabilitación de la institución en 2007 fue de más de 200, y una treintena de familiares.

«Es la reina incuestionable», apuntaba ayer Luis Manuel Flórez «Floro», presidente de Proyecto Hombre en Asturias, durante la presentación de la memoria de actividades de la entidad, correspondiente al ejercicio de 2007. Ese «reinado» de la cocaína la sitúa como la droga de referencia para adultos que consultan con Proyecto. Pero también empieza a ser consumo principal entre los menores y jóvenes del programa «Reciella». Esos jóvenes, de 14 a 20 años, declaran, en un 48% de casos, que su droga de referencia es la cocaína (que llevan consumiendo una media de quince meses antes de iniciar el programa), y en un 34,3% el hachís, que históricamente había sido el principal problema para este grupo, junto con el alcohol. «La evolución de la cocaína es tan clara que ya no sólo es el problema principal de algunos adultos o del grupo de adictos más desestructurados (los politoxicómanos); también lo es ya para los adolescentes. Ésa es la realidad», apuntó Julio Sutil, técnico de Proyecto Hombre, que ayer participó, junto a «Floro», en la presentación de la memoria. Esa memoria dice que el pasado año fueron atendidas en Proyecto Hombre 657 personas, y se llegó a finales de diciembre a las 1.229 altas terapéuticas desde que arrancó el trabajo de la institución, en 1987. En concreto, el pasado año fueron 116 los residentes dados de alta por finalización del proceso.

«Partiendo de que el problema de fondo está en la persona y no en la sustancia y de que basamos la rehabilitación en la recuperación del interés por uno mismo, en la autoestima y en el deseo de vivir, consideramos que las distintas circunstancias personales, familiares y de consumo inducen a la creación de nuevos recursos educativos y terapéuticos que faciliten esta recuperación de las personas», explica el presidente de Proyecto en la memoria. Entre esos nuevos recursos a los que ayer se refirió «Floro» están dos líneas de trabajo que quieren explotar de forma inmediata. Una tiene a los menores inmigrantes como centro del trabajo, y la otra sería una línea de prevención en las empresas. «El tema de los menores inmigrantes nos preocupa mucho porque hemos detectado que empieza a verse un consumo muy problemático, sobre todo por inhalación de pegamento, que además es una droga muy destructiva», explicó «Floro». La segunda línea, la de llevar la prevención al ámbito laboral, surgió tras una primera experiencia positiva con la Fundación Laboral de la Construcción. «Nos parece que puede ser interesante», reflexionó «Floro».

Por lo que respecta a los últimos indicadores sobre el aumento de la percepción del riesgo de las drogas entre los adolescentes, y una ligereza tendencia a la baja en el consumo juvenil (según estudios nacionales y también autonómicos), el portavoz de Proyecto Hombre en Asturias aseguró que «es una tendencia esperanzadora, pero no debemos perder de vista que partíamos de unas cifras muy altas de consumo. Es la primera vez, después de mucho tiempo, que la tendencia empieza a bajar y da la sensación de que la gente se cuida más; pero no nos puede servir para lanzar las campanas al vuelo». Frente a esa «buena noticia», el portavoz de Proyecto hizo una «llamada de atención» sobre una adicción al alza: la del consumo de abusivo de fármacos.