Convencido de que en la hostelería la constancia es el único camino hacia el éxito, Igor Fernández se puso al frente de la sidrería Nuevo Parque, en la calle Baleares, número 45, después de casi dos décadas de colaboración en este negocio familiar. Ni sus estudios de Magisterio ni la tentación de dedicarse a profesiones «menos sacrificadas» le movieron de su decisión de ver pasar la vida detrás de una barra. Una decisión que empezó a madurar con apenas 11 años, cuando se alzó con el quinto puesto en el concurso de escanciadores de Asturias. Desde entonces, este joven empresario ha tenido tiempo para aprender que en la relación con el cliente lo importante es «conseguir que se encuentre como en casa».

-El chigre suele ser garantía de éxito en Asturias. ¿Por qué?

-La gente tiene muchos problemas en su vida cotidiana y en las sidrerías encuentra un sitio en el que poder desahogarse. En este sentido, creo que la hostelería es como una minicarrera de psicología, porque te ayuda a conocer las necesidades de la gente. Por eso, hay que tratar a cada cliente de diferente manera.

-¿Así se gana a la competencia?

-A mí la competencia no me importa, creo que es algo muy necesario para así seguir mejorando. Los clientes no son de nadie. Cada cliente lleva su maleta y la deja en el lugar en el que se encuentra más cómodo. El caso es conseguir que sea en tu negocio.

-¿«Heredar» un negocio es más fácil que crearlo?

-Ahora mismo no hay ninguna ayuda de tipo económico que te ayude a montar un negocio nuevo, así que es difícil partir de cero. Un chaval que se proponga abrir un negocio que no sea familiar en la actualidad lo tiene muy difícil. La mayoría de la gente que trabajamos en esto somos personas que lo tenemos «mamao» desde pequeños y que, por eso, conocemos de cerca las necesidades del negocio y sabemos cómo se puede conseguir el éxito y cómo no se llega a él.

-Para éxito, el de la sidra. ¿Cuál es su secreto?

-Es una bebida que es muy buena para alternar. Además, no es demasiado cara y en torno a ella se hace mucha vida social. A la gente le gusta estar charlando mientras bebe sidra. Es una bebida que incita a conversar. Además, la juventud se subió al carro de la sidra porque es barata.

-Los chigres también son un reclamo turístico.

-Creo que en el tema turístico influyen muchos factores. Influye el cuidado de la ciudad, la comida que se dé, los precios, la limpieza... Como Asturias no es un reclamo por el clima, debe potenciar otros campos. Y la gastronomía es uno de ellos.

-Gijón, ¿ciudad turística o industrial?

-Gijón debería tener una dualidad y no descuidar ninguna de las dos partes. La industria es importante y el turismo es importante y se pueden compaginar perfectamente. Creo que es lo más viable para la ciudad.

-Hay quien piensa que tras la barra es mejor no hablar ni de fútbol ni de política.

-Un responsable prudente no debe hablar de esos temas, pero tampoco hay que exagerar. Hay que tratar los temas con la mayor naturalidad, sin faltar al respeto y con saber estar. Siempre hay alguien que se molesta algo más, pero la gente, a día de hoy, es bastante comprensiva y dialogante. Eso sí, detrás de la barra es mejor escuchar que hablar.

-Entonces hablemos de fútbol. ¿Subirá el Sporting?

-Creo que va a ascender. Es más, lo veo muy importante para la ciudad. Eso genera mayor ilusión en la gente, cuando hay fútbol hay siempre más ambiente por las calles y encima viene gente de otros sitios, lo que es muy bueno para la hostelería y para otros negocios. Además, tienen que ascender porque dependen de ellos mismos y la afición nunca les va a fallar.

-Violencia y fútbol, ¿hasta cuándo?

-La violencia no va a desaparecer porque es imposible controlar a toda la masa. Siempre habrá quien desate sus frustraciones contra los demás. Lo importante es educar a la gente en la no violencia.

-Para frenar esa violencia ¿será necesario imponer el cumplimiento íntegro de penas para determinados delitos?

-Ése es un tema espinoso. Depende del lado en el que estés vas a ver este asunto de una forma o de la otra. Depende del prisma desde el que lo mires tendrás una opinión o la contraria. Así que creo que lo correcto es no opinar.

-Como diplomado en Magisterio, ¿en qué educaría a los jóvenes?

-Hay más preparación a nivel profesional, pero hay menos en lo que se refiere a los valores que inculca la familia. En este sentido, prefiero una persona que quiera aprender a una persona que parece que nace sabiéndolo todo. Hay mucha gente que, aunque esté muy preparada a nivel intelectual, a la hora de la verdad falla en valores esenciales.

-¿Falla el modelo familiar actual?

-Las familias ahora están más desmembradas. Ahora existe una mayor ruptura familiar que impide que los valores lleguen al niño. Yo me quedaría con una familia que reuniera ciertas cosas del modelo anterior y del actual. Lo preferible son unos padres que exijan, pero que también den.

-Y los jóvenes, ¿se saben mejor sus derechos que sus deberes?

-Hay de todo. En la sidrería trabajan varios empleados. Yo me gano su respeto dándoles libertad. Hay que darles un buen trato y sin someterlos a un control excesivo. Hay que dotar al empleado de una parte de la responsabilidad del negocio.

-¿El chigre funciona mejor en los barrios que en el centro?

-Prefiero los barrios. En los negocios del centro sólo se vende los fines de semana y en verano. En los barrios, la gente tiene más cultura de chigre. Eso me da esperanza porque me hace ver que esto tiene futuro. Eso a pesar de que creo que hay un parón general por la crisis, pero como la gente tiene esa cultura, siempre destina algo de dinero para el chigre.

-O sea, que tiene negocio para rato...

-Para triunfar hace falta la humildad, la constancia y el espíritu por mejorar. Siempre digo que la mala suerte viene. Pero la suerte hay que buscarla. La suerte nunca llega por sí sola, es necesario luchar para alcanzarla. Eso es esencial en la empresa.

«Gijón debería saber combinar la dualidad de ser una ciudad turística y, a la vez, serlo industrial»

«Lo preferible para una familia es tener unos padres que exijan, pero que también den»

- Nació en Gijón el 19 de junio de 1979.

- Estudió EGB en el Colegio Público de El Llano y BUP y COU en el IES Doña Jimena.

- A los 11 años finalizó en quinta posición el Campeonato de escanciadores de Asturias celebrado en la plaza Mayor de Gijón.

- Estudió Magisterio, por la especialidad de Educación Física, en la Universidad de Oviedo.

- En 2003 se hizo cargo de la sidrería Nuevo Parque, situada en la calle Baleares, número 45, en el barrio de El Llano. Previamente había colaborado en este negocio, inaugurado por sus padres, durante casi dos décadas.

- Es uno de los gijoneses más jóvenes en hacerse cargo de un negocio de estas características.

- Confía en mejorar su establecimiento, aunque asegura que respetará su esencia tradicional.

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«Creo que el Sporting va a ascender; es más, es algo que es muy importante para toda la ciudad»