En Oviedo se le rinde desde ayer mismo un homenaje a la pintora gijonesa Pepa Osorio, fallecida en el mes de julio de 2005, con una exposición antológica que tiene bien merecida después de una trayectoria artística muchas veces incomprendida, por lo original y rompedora. Es un homenaje que no recibió en vida. Pero eso es una constante. El mérito de los artistas sólo es reconocido después de su muerte.

Quienes tratamos a Pepa durante muchos años podemos recordarla con nostalgia y con agradecimiento ya que, entre broma y serio, transmitía a todos su forma personal de entender el Arte. Una mujer bajando a la mina de La Camocha no era habitual hace años, pero Pepa lo hizo para pintar la mina. Si mi abuelo Constante levantase la cabeza, se reiría al ver sus galerías visitadas por una pintora.

La última exposición que Pepa hizo en el Antiguo Instituto, sobre el tema de África, en el año 2000, la visité con el que fue su marido, José Guerra. Entramos juntos. Pepa nos recibió con su más amplia sonrisa, sus ojos brillantes, enormes, bajo su sombrero rojo. Nos fue comentando los cuadros. José y yo nos marchamos de nuevo juntos, comentando la obra de su mujer. José reconocía que él no entendía nada de lo que Pepa pintaba. Durante muchos años, José y yo compartimos tertulia, tanto en la calle Corrida como en la piscina, donde José demostraba sus dotes de nadador veterano. Cuando Pepa murió, hace tres años, José me agradeció la nota necrológica que publiqué. Cuando él murió, hace tres meses, fui incapaz de escribir nada, pues la impresión me lo impidió. Fueron muchos años de amistosas discusiones. Ahora notamos su silla vacía. Coincidíamos en sus exposiciones, en las mías, en las de otros pintores y en muchos otros sitios. En especial, en el Club de Regatas, de donde Pepa Osorio y José Guerra eran habituales.

Se nota la falta de Pepa y de José, tanto en el Club como en Gijón, y también en el resto de Asturias. Por eso este homenaje que se le rinde en Oviedo era necesario, aunque algunos de los que escriben de Pepa no la hayan conocido y hagan juicios equivocados sobre ella y sobre su obra.

Carlos Roces es pintor