Román GARCÍA

Justo Vilabrille, concejal de Educación del Ayuntamiento de Gijón, trasladará a la Consejería del ramo las preocupaciones y quejas de los padres del Colegio Jacinto Benavente. Es la principal promesa que los denunciantes han conseguido obtener del responsable municipal de Educación, que aseguró minutos después de la reunión: «No es competencia del Ayuntamiento vigilar el transporte escolar de los centros, pero aun así nos pidieron una reunión y se la concedimos como hacemos con todo el mundo». «Les hemos dado la promesa de que trasladaremos su preocupación a los órganos regionales», añade Vilabrille.

Las protestas vienen de lejos, pero se hicieron fuertes el pasado jueves 22 de mayo, cuando la Policía Local detuvo a un conductor por superar la tasa de alcohol permitida al volante. El trabajador de una empresa de transportes llevaba a los niños a casa tras la jornada escolar y arrojó un resultado de 0,50 miligramos por litro de aire expirado. No fue el único. Los padres denunciaron al día siguiente que otro segundo conductor había dado positivo en el mismo control de alcoholemia realizado en la carretera, pero que luego no había podido ser denunciado, ya que su resultado en el alcoholímetro fijo de la Jefatura de Policía se ajustaba a la legalidad, estaba por debajo de la cifra de 0,15.

Ahora, tras la reunión con el responsable de Educación del Ayuntamiento, los padres continúan su lucha. El lunes, a partir de las cuatro y media de la tarde, tienen previsto mantener un encuentro en el colegio. A la reunión asistirán todos los padres de los niños que realizan la ruta Robledo 1 por la zona de Caldones.

Los padres siguen manteniendo que la empresa «debería expedientar al conductor que conducía con alcohol en sangre, ya que cometió una grave irresponsabilidad». No era la única queja sobre el transporte escolar. Los padres ya se quejaban de atención del personal. Fuentes internas de una las empresas que sirven el transporte escolar a la Consejería de Educación aseguraron ayer que los conductores que cometieron la infracción «pertenecen a una empresa pequeña que tan sólo tiene uno o dos autobuses» y que, por tanto, no es representativa de la actuación en general de los que se dedican a prestar los servicios de transporte escolar. Para el colegio trabajan varias empresas de transporte de viajeros.