A. FERNÁNDEZ

La Asociación de Vecinos «Pando», de Poniente, tendrá que esperar unos días por el estudio de impacto acústico que determinará la incidencia que los ruidos de la «Semana negra» tendrán en sus viviendas. Si el informe marca que los ruidos estarán dentro de los parámetros que fija la normativa municipal (28 para el interior de las casas durante la noche y 30 por el día), o entre 8 y 10 decibelios por encima de los marcados legalmente, la asociación vecinal dará luz verde a la ubicación del evento en la zona por este año. Si los ruidos exceden de estos números, recurrirá directamente al juez y a la Fiscalía de Medio Ambiente para impedir su ubicación en julio.

La normativa municipal de ruidos dice que el citado estudio tiene que ser presentado por la «Semana negra» para conseguir la licencia municipal, y el Ayuntamiento se había comprometido con la asociación vecinal a que estaría listo para ayer; pero finalmente no estará concluido hasta el próximo martes, según anunció su presidente, Manuel Ángel García Baragaño. «Ayer sólo nos dijeron que el estudio estaba solicitado y que nos lo darían el martes. Si es así, lo estudiaremos y lo presentaremos en la asamblea; si no nos lo dan, suspenderemos la asamblea e iremos directamente al Juzgado», explicó.

La asamblea está convocada para el próximo jueves, día 5 de junio, a las 20.00 horas, en el salón de actos de la parroquia de San Esteban del Mar, para decidir sobre las medidas que adoptar en función de los resultados del estudio acústico. «Lo que queremos es que el vecindario diga si acepta lo que dice el estudio acústico. Pero si no hay estudio no tiene sentido reunirnos, y seguiremos el acuerdo, alcanzado en la última asamblea, de recurrir al Juzgado», explicó.

El Ayuntamiento ya aceptó la otra petición vecinal: que el próximo año se vaya a otro sitio.