El Sespa mantiene una negociación para que los centros de salud pública den una mayor cobertura a los usuarios de las diferentes comarcas: Gijón, Oviedo, Avilés?

Como usuario y sindicalista, estoy de acuerdo en que se lleve una reorganización de la salud pública en Asturias. Lo que temo de forma muy preocupante es que una gran parte de la clase médica, no toda, evidentemente, a través de sus foros de comunicación (Colegio de Médicos, su sindicato profesional, SIMPA) siempre busquen excusas para boicotear cualquier propuesta de la Administración.

Lo que nos tenemos que preguntar los usuarios es si están apostando por una mejora de la calidad en todos los centros de la red pública o si intentan desviar la atención de los ciudadanos y las ciudadanas a otro sector, que no es el que estamos defendiendo: la salud pública, o egolátricamente intentan hacer quebrar el sistema no dialogando, creando situaciones de convulsión social, huelgas, manifestaciones, concentraciones para hacer quebrar la salud pública y hacerse dueños de este sector a través de los seguros privados, hospitales y otros medios que ellos ya tienen, como son sus clínicas privadas. Porque ya tenemos una cultura en la sociedad: «¿Fuiste al médico?, ¿qué te dijo?» «No sé, están demorando mucho. Me hacen las pruebas muy tarde». «Pues vete al particular, que te va a resolver tu problema de salud muy rápido». La falsedad e hipocresía llegan a índices inmorales, ya que se está jugando con la salud del conjunto de los usuarios, sin ninguna garantía, sino con su afán monopolista, que daña a nuestra sociedad y a los elementos más fundamentales de la dignidad del ser humano.

Siempre que se pone en marcha algún proceso, con el fin de dar un mejor servicio profesional e instrumental al conjunto de los usuarios de Asturias, encontramos dificultades de gentes, individuos que miran mas para sí que para sus enfermos.

El ex consejero Rafael Sariego tiene pruebas de lo que estamos comentando, pues él ha sido víctima de los golpistas de la medicina que no asumen, ni asumirán, las incompatibilidades que, a mi entender, tiene que marcar el Gobierno de Asturias: pública o privada. No podemos ser comparsas de esta inmoralidad social a la que nos tiene atados, años y años, este sector golpista. Ramón Quirós atribuye esta farsa a la defensa a ultranza de su statu quo que determinados profesionales hacen. Recordarles que el artículo 41 de nuestra Constitución dice que los poderes públicos mantendrán un régimen de Seguridad Social para todos los ciudadanos que garantice la asistencia y la prestación social suficiente en situación de necesidad. Que mediten los profesionales de la Sanidad, para que hagan un ejercicio de responsabilidad y que sean consecuentes con que la obligatoriedad e imposición a nadie nos gusta. Tienen que ponerse manos a la obra para que el día 1 de junio los centros de salud garanticen el servicio para atender, mañana, tarde y noche, a quien tenga que acudir a esos centros. Otra cosa es que se hable y se negocien las condiciones sociales y económicas de los trabajadores sanitarios. Pero la organización corresponde al Gobierno de Asturias y a aquellos que quieran participar, como sindicatos y asociaciones de usuarios.

José Luis Iglesias Álvarez es secretario de relaciones externas de la USO.