Por aquellos tiempos de gafas ahumadas, palios, bigotillos y demás siniestra parafernalia, eran contados los hogares patrios que tenían televisión, pero aún así, gracias al «No-Do» y a establecimientos como Berner y Almacenes Rubio logramos ver las nevadas imágenes en las que Marcelino noqueó a pase de Pereda a los rojos rusos...

El pasado mes de junio, en pantalla de plasma a todo color y sin siniestra parafernalia, hemos podido seguir el Campeonato en el que la «roja», 44 años después, se proclamaba de nuevo campeona de Europa...

Les confieso sin atisbo de rubor que el merecido triunfo de la selección -con los asturianos Villa, Cazorla y Juanma Castaño como estrellas rutilantes- me ha alegrado, pero se queda a años luz del ascenso de mi Sporting.

P. D.: Dado que el mamotreto de La Caixa, en ausencia de «Los Bordini» vuelve como los turrones del Almendro a su casa del Náutico, ¿qué tal serán los años venideros, si aprovechando el tirón de la programación de la Laboral se instalase, cual pista de hielo, dicha carpona en el patio central del completo de Cabueñes?