J. L. ARGÜELLES

La Armada mantendrá su presencia en Gijón. Así lo aseguró ayer el contralmirante Gonzalo Sirvent Zaragoza, jefe del Mando de Acción Marítima, con base en Ferrol, para quien está garantizada la continuidad de la Comandancia Naval de la ciudad: «La prueba es la llegada de un nuevo comandante, que pone fin a cualquier tipo de especulación».

Sirvent presidió ayer el relevo al frente de la Comandancia Naval gijonesa, en la que el capitán de navío Juan Manuel Beceiro sustituye a José Rodríguez Alcalá, también capitán de navío, que pasa a la reserva después de cuatro años de servicio en la ciudad. Como es tradición en la Armada, un «viva el Rey» rubricó el traspaso del mando, un acto al que acudieron la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso; la procuradora general del Principado, María Antonia Fernández Felgueroso, así como mandos del Ejército, la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía. El contralmirante se mostró satisfecho con los medios de que dispone la Marina en el Cantábrico y Galicia, aunque aseguró que Defensa trabaja en un plan para sustituir cuatro de los patrulleros más antiguos, entre ellos el «Mouro», por otros buques que Navantia construye en sus astilleros de Cádiz. Se trata de naves con mucha mayor capacidad operativa y con prestaciones similares a las de una corbeta.

El contralmirante rechazó que el traslado a Ferrol de la base del «Mouro», antes en El Musel, haya supuesto «descafeinar» la relación de la Armada con el Principado. «Las operaciones en el Cantábrico se hacen igual que antes y los buques tienen mucho mayor apoyo por el arsenal». Sirvent dio por segura por la continuidad de la Comandancia gijonesa (la Marina cerró la de Villagarcía y hará lo mismo con la de La Coruña), pero considera más difícil que El Musel pueda volver a ser base de un buque como el «Mouro», aunque tampoco lo descartó.

El acto del relevo en el mando fue sencillo. Rodríguez Alcalá recordó que Gijón tiene Comandancia Naval desde hace casi dos siglos y se mostró satisfecho de su paso por el destino. «No he tenido ningún problema y aquí me tienen como si fuera de Cimadevilla; hay un alto concepto de la Armada». Gaditano, ha decidido fijar su residencia en Gijón. De su servicio durante estos cuatro años, sólo lamentó la marcha del «Mouro»: «No estaba en mi mano». Las dependencias gijonesas de la Armada, que llegaron a tener 50 marineros, están hoy cubiertas por un total de 10 personas, incluidos oficiales y suboficiales.

El nuevo comandante, Beceiro Martínez, ferrolano de 56 años y madre luanquina, se mostró satisfecho con su nuevo destino, «al que vengo voluntario». «Esta Comandancia va a seguir», señaló, para elogiar el trabajo de su antecesor en el mando: «Deja el listón muy alto». Indicó que su intención es mantener la relación de la Armada con todas las instituciones del Principado y con la ciudad: «Estoy convencido de que no tendré tiempo de aburrirme durante estos años».