Eloy MÉNDEZ

Juan José Cortés habla desde el corazón, pero aporta razones. El padre de la niña Mari Luz, secuestrada y asesinada en Huelva por Santiago del Valle, en libertad por un error judicial después de haber cometido otros delitos de carácter sexual, cree que la cadena perpetua «es constitucional». El pastor evangélico, que inició una campaña en favor de la instauración de esta condena, fue ayer tajante a la hora de defender su postura. «Muchas veces nuestros niños quedan en manos de los asesinos y de la desidia de las administraciones», aseguró antes de participar en un acto por el 130.º aniversario de la presencia de su comunidad religiosa en Gijón.

«Lo que tenemos que conseguir entre todos es una mejora de la seguridad y del código penal», dijo Cortés tras anunciar que ya se han recogido más de dos millones y medio de firmas a favor de la cadena perpetua para los violadores, gracias a su empuje y al de los padres de Marta del Castillo, otra menor asesinada en Sevilla. Sin embargo, ese apoyo popular no se ha reflejado aún en medidas concretas por parte de los legisladores. «La creación de una lista pública para penados y rebeldes que prepara el Gobierno me parece una buena medida, pero es insuficiente», apuntó. En este sentido, añadió que «España debe ponerse al nivel de otras sociedades modernas», donde se contempla esta pena, «propia de una justicia del siglo XXI».

El padre de Mari Luz aseguró además contar con el respaldo de varios expertos, «como algunos vocales del Consejo General del Poder Judicial, que nos han dado la razón». Además, solicitó más medios para las Fuerzas de Seguridad del Estado y para la Administración de Justicia. «En los juzgados dicen que tienen mucho trabajo, pero también lo tenemos los demás y no por ello quedamos exentos de tener que realizarlos», se quejó.

El pastor onubense mantuvo durante su comparecencia de ayer un tono exquisito, poco pasional, «a pesar de que muchas veces sientes impotencia». Reveló que se reunió en una ocasión con familiares de la niña gijonesa que fue acosada por el presunto asesino de su hija. «Eso todavía te da más rabia, porque sabes que primero estuvo acusado en Gijón, que luego se fue a Sevilla y fue condenado y que, a pesar de todo, llegó a Huelva y mató a mi hija».

Cortés, que no descartó formar su propio partido o «entrar en política de alguna otra manera», dijo por último que la Iglesia evangélica «juega un papel muy importante en una sociedad donde muchos jóvenes se dedican a cometer delitos con aparente impunidad». Tras realizar estas declaraciones, en un templo de la calle Prendes Pando, participó en un coloquio con miembros de su misma confesión en el Centro Municipal Integrado Gijón-Sur.