R. VALLE

Gijón se coloca en primera línea de la investigación internacional en el campo de los vehículos eléctricos a través de un proyecto de colaboración entre el Ayuntamiento y varias empresas locales, que convertirán toda la ciudad en un «living lab» (laboratorio viviente) para el estudio en un entorno real de las necesidades en cuanto a cargadores y redes de los coches, motos y bicicletas que utilizan energía eléctrica. Esta iniciativa, que es pionera a nivel nacional y de las más singulares que se han constatado en el ámbito internacional, arranca hoy mismo con la firma en el salón de recepciones de la Casa Consistorial de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Gijón, la Fundación Prodintec y los grupos empresariales Temper e Isastur. Todos ellos dan vida al proyecto denominado «living car», que suma también los apoyos del Principado de Asturias y el Ministerio de Industria a través del Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

El acto protocolario de esta mañana contará con la participación de la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso; el director general de Energía del Principado de Asturias, Isaac Pola; el director comercial del grupo Isastur, José Antonio Álvarez Ruiz; el director del departamento de Transporte del IDAE, Juan Luis Pla, y el presidente de la Fundación Prodintec y director general del Grupo Temper, Adriano Mones Bayo. «La ciudad en su conjunto se convierte en un campo de experimentación para medir y analizar las necesidades de estos vehículos, que van a generar un cambio en el modelo de fabricación y en la movilidad de las ciudades», adelantaba ayer el edil de Promoción Económica, José María Pérez.

El concejal destacó el interés de abrir esta iniciativa a otras empresas de la ciudad. Su ejemplo más directo fue Suzuki como fabricante de motocicletas interesado en mantenerse en la vanguardia del sector. Pero por ahora el compromiso más directo es del Isastur y Temper (a través de la empresa Crady), que están especializados, respectivamente, en redes y cargadores de energía eléctrica. Los estudios que se realicen en Gijón determinarán desde la ubicación de los sistemas de recarga hasta las acciones de discriminación positiva para los propietarios de estos vehículos.