El dragado masivo de arena frente a la playa de San Lorenzo para la obra de ampliación de El Musel sigue cosechando detractores. Uno de ellos, el escritor e investigador Marcelino Laruelo Roa, ha ampliado la denuncia formal presentada por lo que considera un supuesto delito ecológico. Según Laruelo Roa, los dragados previstos en la declaración de impacto ambiental de 2004 para la obra de ampliación son 725.000 metros cúbicos «en el bajo de la Concha y en la base de cimentación del muelle norte». Sin embargo, según el denunciante, de los 30,54 millones de metros cúbicos necesarios para rellenar los nuevos muelles, unos 25 millones se van a obtener mediante el dragado de la bahía, «con la consiguiente destrucción irreparable de los fondos marinos, de la riqueza biológica que albergan y la tantas veces citada erosión de la playa de San Lorenzo», algo que se hace sin la autorización de la Dirección de Costas. Por otra parte, usuarios de la playa de San Lorenzo han mostrado su malestar por la suciedad visible en el agua y que vinculan a las operaciones de dragado, que se efectúan junto a los bajos de las Amosucas.