Eloy MÉNDEZ

El recurso de amparo contra la fusión del Grupo Covadonga y el Centro Asturiano de La Habana presentado ante el Tribunal Constitucional por el socio grupista expulsado Felipe Aller Celemín ha vuelto a trastocar los planes de las dos entidades para rematar un proceso que comenzó hace tres años. Los presidentes de ambos clubes coincidieron ayer en señalar su sorpresa ante la nueva alegación interpuesta, que pone en jaque las negociaciones que retomaron hace unos meses. «Esto nos deja en una situación de indefensión porque nadie nos ha avisado, como parte implicada, de esta nueva situación», aseguró Enrique Tamargo, presidente del Grupo. Por su parte, el máximo mandatario centrista, Marco Tuñón, se manifestó convencido de «que esta novedad no va a frenar nuestras ganas de llegar a un acuerdo».

Tanto Tamargo como Tuñón se pusieron ayer en contacto con los abogados de sus respectivas sociedades para buscar una solución que les haga salir de este nuevo atolladero. «Sinceramente creí que este calvario judicial se había terminado ya», apuntó Tamargo. No en vano, el recurso de amparo es el cuarto intento de Aller Celemín por frenar la fusión del Grupo y el Centro Asturiano, después de obtener tres fallos en contra por parte de instancias judiciales inferiores. «Lo único que puedo decir es que las relaciones entre ambas partes son estupendas y que haremos todo lo posible por seguir hacia adelante», señaló Tuñón.

El proceso de fusión comenzó en el año 2006, después de su aprobación por parte de las asambleas de los dos clubes. Poco después, Aller Celemín acudió a un juzgado de Gijón para impugnar el acuerdo asambleario grupista, al entender que debió ser aprobado por dos tercios de los socios y no por mayoría absoluta, como se produjo. Tras recibir una sentencia contraria, recurrió a la Audiencia Provincial, que también descartó ninguna ilegalidad. Su penúltimo paso lo dio a finales del pasado año, al interponer un recurso de queja ante el Tribunal Supremo que no fue admitido a trámite.

Todos estos obstáculos judiciales han dejado en suspenso la fusión, en virtud de un acuerdo firmado entre ambas sociedades en enero de 2008. En este documento, los ex-presidentes Ángel Cuesta y Juan José García Rúa se comprometieron a no ejecutar la operación hasta que no hubiera una sentencia firme al respecto. Por eso, el nuevo recurso vuelve a poner contra las cuerdas el proceso.

Tras el pronunciamiento del Supremo, el abogado del Grupo Covadonga, José María Muñoz, y el del Centro Asturiano, Alejandro Alvargonzález, habían retomado las negociaciones, convencidos de que el recorrido judicial del caso había terminado. Ambos letrados habían intercambiado ya información interna de las sociedades a las que representan e, incluso, el club de Mareo estaba dispuesto a someterse a una auditoría contable externa sobre sus dos últimos ejercicios, tal y como solicitó el Grupo el año pasado. De hecho, se daba por hecho un acuerdo antes de finales de año. Ahora, el recurso de amparo ante el Constitucional se ha convertido en el último capítulo de un culebrón que afecta a los más de 35.000 socios que suman las dos entidades.