C. J.

El profesor de la Universidad de Oviedo, Francisco Suárez, considera que situaciones de colapso como la que se vivió el invierno pasado en el Huerna dan una mala imagen de la región.

«Esa situación no debería darse», sostiene el docente, quien ayer participó en el campus de Viesques en un curso sobre investigación de accidentes de tráfico.

Suárez opina que al tratarse de una empresa privada la concesionaria de la vía no tiene sentido que se interrumpa el servicio. A su juicio, «no parece de sentido común que tengamos una autovía con peaje cerrada y Pajares abierto. Razones puede haber pero, insisto, no debería pasar». Más aún, añade el profesor de la Universidad que la situación no es admisible «cuando en teoría se dispone de los medios para no llegar a esos extremos».

Condiciones meteorológicas

Las lluvias frecuentes en el Principado obligan a extremar la conducción en las carreteras asturianas, a diferencia de otros territorios que gozan de unas condiciones meteorológicas más favorables.

Señalización

Una mala señalización puede ser el origen de un siniestro. La ausencia de una señal advirtiendo de un peligro o de un obstáculo en la vía puede ser la causa de un nuevo accidente. El profesor Francisco Suárez afirma que ya hay fallos contra la Administración como causante de accidentes por un mal mantenimiento de la vía.

Estado de la calzada

El empleo de hormigón o aglomerado asfáltico puede cambiar por completo las condiciones de la vía. Se recomienda actuar rápido ante cualquier defecto y realizar una previsión sobre posibles argayos. «Hay un riesgo bajísimo pero debe incluirse en la planificación de la obra», subraya Suárez.

Iluminación

Mejorar la iluminación de las carreteras influye hasta cierto punto la seguridad de la vía. A más iluminación, el conductor arriesga más sobre el asfalto. «Hay que analizar la relación entre ventajas y costes», defiende Francisco Suárez.