-¿Coinciden entonces con el teatro asturiano acerca de su invisibilidad dentro de la programación artística de la Laboral?

-El problema es que la apuesta que están haciendo en Laboral Escena es por un contemporáneo vanguardista.

-¿Falla el reconocimiento público de los espectadores o de los programadores?

-No. Las programaciones de danza de los tres teatros asturianos (Palacio Valdés, Jovellanos y Campoamor) siempre cuelgan el cartel de no hay entradas nada más ponerlas a la venta. Sí hay demanda de danza, y de hecho hay demanda a nivel de los espectáculos y a nivel de las academias que vivimos pedagógicamente de ello. En su día reclamamos a la Consejería que entre los programadores hubiera gente con un mínimo conocimiento de todas las artes escénicas y que a la hora de elaborar sus programaciones contemplara la danza como una actividad programable. Hay concejos asturianos en cuyos teatros, por el simple hecho de que al programador que está al frente no le interesa, no se incluye la danza; o por desconocimiento o por lo que sea. Es insólito que haya teatros que las dos compañías de danza que están dentro del circuito de teatro asturiano no hayan pisado nunca porque no se las ha llamado aunque ellas hayan pedido ir.

-¿Qué más reivindicaciones tienen?

-Tenemos mucho miedo a lo que pase con el profesorado del Conservatorio, a la vista de lo que se está haciendo con el Bachillerato artístico en la especialidad de danza. Los profesores que hay pueden estar haciendo danza o baile de salón como hobby, pero no son profesionales de la danza.

-¿Cómo fue la planificación de ese Bachillerato?

-Fue mucho más oculta que la del Conservatorio. Ésa salió y un día nos la encontramos, no hubo ni una información previa ni nada. Nos encontramos con que cuatro institutos de Asturias ofertaban para el curso siguiente Bachillerato artístico en la rama de danza. Hay niñas que han venido a preguntarme a mí porque ni siquiera en los institutos o los orientadores eran capaces de explicarles esa oferta educativa. Fue mucho más precipitado y ahora nos estamos enterando de que esas plazas de profesores que tenían que cubrirse se están cubriendo con gente que tenían plaza de otra rama, interinos, desplazados...

-¿Qué institutos asturianos ofrecerán la especialidad de danza para el curso que viene?

-El Aramo de Oviedo, el IES de la Laboral, uno de Mieres y otro de Luarca. El problema es que la información que hay es escasísima, porque no hay nadie dentro de Educación capaz de informar de que tienen esa opción. Nace muerto antes de empezar si no se da a conocer; pero sería muy positivo para ir acercando a los niños a la danza.

-¿Hay interés en el público infantil por esta disciplina artística?

-A los niños, en general, les gusta mucho bailar, otra cosa es que los metas a hacer algo que requiere esfuerzo personal; pero ése es un problema generacional, no de que la danza guste más o menos. Las cosas que cuestan trabajo cada vez cuesta más trabajo hacerlas. El estudio y la danza requiere esfuerzo personal y disciplina.

-¿Cómo ven la proliferación de academias de baile en televisión?

-Tiene su parte positiva y su parte mala. La parte positiva es el acercamiento. En cuanto la danza sale en la tele, todo el mundo se da cuenta de que está, pero se ve como el juguete que no tienen para los niños. Creen que una vez que sales al escenario, en dos días, ya eres profesional y que en tres meses te convierten en un bailarín excepcional. A pesar de los pros y los contras, nos ha beneficiado mucho porque estamos en la boca de la gente cuando a veces la danza está en un tercer o cuarto plano. Ahora todo el mundo conoce a Víctor Ullate, cuyo padre es un profesional de reconocidísimo prestigio dentro del sector, y gracias a «Fama» todo el mundo sabe quién es. Que luego vengan diciéndonos los niños quieren bailar como los de la tele en tres días, luego, ahí está nuestra labor.

-¿La danza sigue siendo cosa de mujeres?

-Yo soy una afortunada porque tengo en la escuela cinco niños. Por eso, que vean que los chicos salen en la tele y bailan de todo es fantástico, es la manera de hacer cultura del siglo XXI. Hay que pagar un precio, pero por otro lado tiene sus efectos positivos.

-¿Cómo está el panorama de la danza en España?

-Todos los días sale Nacho Duato diciendo que es la cenicienta de todas las artes, pero desde hace unos pocos años se están dando pasos y se están haciendo muchas cosas. Y si nosotros llegamos a tener un Conservatorio, eso es que algo suena ya.

«A todos los niños les gusta bailar, pero la danza requiere de esfuerzo personal y disciplina»

«Gracias a programas como "Fama" ahora todo el mundo sabe quién es Víctor Ullate»

«Hay concejos por cuyos teatros nunca ha pasado la danza por el simple hecho de que al programador de turno no le interesa»