J. M. CEINOS

Gijón vivió ayer un denso «tour» del presidente del Ejecutivo de Asturias. Tras asistir por la mañana en Oviedo a una reunión del Consejo de Gobierno, Vicente Álvarez Areces retornó a la villa para mantener un encuentro con los alumnos de uno de los cursos de verano de la Universidad de Oviedo. Luego asistió a la presentación de un libro sobre Belarmino Tomás (presidente del Consejo de Asturias y León durante la guerra civil), visitó la última exposición con obras de Aurelio Suárez y remató en la «Semana negra», en un acto en recuerdo del periodista gijonés ya fallecido Paco Ignacio Taibo I.

En la calle de Francisco Tomás y Valiente, en el edificio de la vieja Escuela de Comercio inaugurada en 1915, Vicente Álvarez Areces volvió a colocarse delante de una pizarra. Lo hizo de la mano de su amigo Mariano Abad, que dirige el curso de verano «La integración europea: mercado único, unión monetaria y fiscalidad internacional», con quien compartió claustro de profesores en la Escuela de Empresariales entre los años 1973 y 1983.

El antiguo profesor de Estadística (antes de iniciar una carrera política que le llevó a la Alcaldía de Gijón y a la Presidencia del Gobierno del Principado) tomó la palabra ante una treintena de universitarios para explicarles lo que es la Europa unida y «la construcción de la Unión Europea, que simboliza el renacer de un continente después de muchos siglos de desencuentros y diferencias».

El Presidente aseguró que sería breve (una intervención de veinte minutos a lo sumo), para permitir que los alumnos lo pudieran «freír» a preguntas. No cumplió. Se alargó más de la cuenta y, al final, sólo se le pudieron formular dos desde la zona de los pupitres, que despachó con la experiencia del estadístico y del político con muchas horas de vuelo.

«¿Para qué sirve el Comité de las Regiones?», le preguntaron desde la bancada estudiantil. «Es la voz de las regiones y de los municipios; un órgano con una gran capacidad de influencia, pero, desgraciadamente, no tiene capacidad ejecutiva», contestó el curtido profesor y político.

La segunda y última pregunta tenía más intención. La hizo Iván Grandío Quirós, un recién licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Oviedo: «Habla usted de la cohesión entre los países de la Unión Europea, pero ¿en España el Gobierno impulsa esa cohesión entre las regiones?».

Con el acuerdo sobre la financiación de las autonomías recién sacado del horno tras un año de difíciles negociaciones, la respuesta de Álvarez Areces fue obvia. Puso como ejemplo de solidaridad entre las autonomías, «el nuevo modelo de financiación» aceptado por las comunidades gobernadas por los socialistas y criticado en las que manda el PP. Un modelo que, reiteró Álvarez Areces, «coloca a Asturias, la comunidad que menos creció en población desde 1998, en el cuarto lugar más alto de nuestro país en financiación per cápita». Con la respuesta el Presidente se fue con rapidez de la vieja Escuela de Estudios Empresariales Jovellanos camino de El Arbeyal, a la presentación de «Buscando a Belarmino Tomás».

No obstante, durante su intervención «de veinte minutos», Álvarez Areces aprovechó para relatar a los universitarios presentes las bondades de la Unión Europea con España y con Asturias, especialmente por los fondos enviados para la construcción de grandes infraestructuras: «Todos conocemos el gran cambio que ha experimentado Asturias desde el ingreso de España en lo que entonces era la Comunidad Económica Europea (en 1986) y hoy es Unión Europea. Un gran progreso al que ha contribuido en gran forma la percepción de fondos europeos, que nos han permitido impulsar un nuevo modelo de crecimiento y desarrollo basado en la mejora productiva, el conocimiento y la cohesión social».

Tras citar una retahíla de «actuaciones que hemos impulsado gracias a los fondos europeos», entre ellas «tan importantes para el futuro de Asturias como la ampliación del puerto de El Musel y la conexión de Asturias con la red ferroviaria de Alta Velocidad», el presidente del Consejo de Gobierno dejó claro que «el ingreso de países con niveles de renta más bajos, junto a la convergencia alcanzada por Asturias con Europa en estos últimos años, supone que en el futuro recibamos una menor dotación de fondos europeos»; pero, según Álvarez Areces, «Asturias también sale ganando, pues se abren nuevos mercados más accesibles para nuestras empresas».