R. GARCÍA

Los jóvenes «Ñetas» detenidos tras la violenta pelea que tuvo lugar el pasado sábado a las puertas de una discoteca en El Natahoyo iban armados con una antorcha, según informaron a este periódico fuentes cercanas a la investigación. La reyerta de la que fueron protagonistas culminó con seis arrestados, cuatro de ellos supuestamente vinculados a la banda latina de «Los Ñetas», con sede en el barrio de El Llano.

Todo comenzó por unos hechos que ocurrieron en abril. Al parecer, uno de los detenidos ocasionó diferentes desperfectos en el vehículo de otro de ellos, con el que se encontró casualmente en el recinto de la «Semana negra». No es la primera vez que estos jóvenes son protagonistas de altercados con reflejo en los medios de comunicación. En el mes de abril catorce presuntos integrantes de la banda latina fueron detenidos por asociación ilícita. La Policía pudo constatar, tras varios meses de investigación, que los jóvenes poseían un reglamento y una infraestructura común. Todo apuntaba a la creación de una banda latina violenta al estilo de las que existen en grandes ciudades como Madrid o Barcelona.

En el informe policial, al que tuvo acceso LA NUEVA ESPAÑA, los agentes relataban el cometido de cada uno de los acusados. El líder, E. A. R. G., era ayudado por el segundo, J. D. G. C., y por el encargado de disciplina, M. S. Todos ellos se reunían semanalmente en el parque de La Serena y mensualmente en Los Pericones. Si alguien no cumplía las normas le imponían castigos con varas de madera.

A partir de entonces salieron a la luz todos sus episodios violentos. En el mes de febrero la discoteca Mangobiche, de Oviedo, fue el escenario elegido por estos jóvenes para pelearse con sus rivales, los ovetenses de los «Latinos de Fuego».

Los grupos de «Ñetas» suelen estar formados por jóvenes de procedencia latinoamericana instalados en España que se juntan para compartir momentos de ocio y que tienen una necesidad no resuelta de constatar su pertenencia a un grupo.