Eloy MÉNDEZ

Decenas de opositores para algunas de las plazas de Educación Primaria en la especialidad de Inglés que la Consejería de Educación y Ciencia sacó a concurso de cara al curso que viene acudieron ayer al IES Número 1 de Gijón, sede de los tribunales, para presentar reclamaciones por las notas obtenidas en los exámenes, que se hicieron públicas hace dos días.

La mayoría de los afectados alegó que la calificación de la tercera y última prueba, que consistía en la elaboración de un informe, fue «excesivamente severa» para los interinos que optaron voluntariamente a realizarla. Al parecer, esta evaluación corrió a cargo de varios funcionarios del Instituto de Administración Pública Adolfo Posada, que sustituyeron a los inspectores de Educación que corregían las pruebas en convocatorias precedentes. Además, algunos examinados acusaron a los miembros de los tribunales de poseer un bajo nivel de inglés, algo que habría influido a la hora de emitir su calificación.

Los opositores para la especialidad de Inglés en Educación Primaria realizaron las tres pruebas del examen a finales del mes pasado y conocieron sus notas a principios de esta semana. Ayer se abrió el plazo de reclamaciones en el IES Número 1, centro que quedó colapsado entre las 09.00 y las 13.00 horas de la mañana debido al gran número de quejas.

«Se ha cometido una injusticia con muchísima gente que tiene amplios conocimientos de inglés», asegura una de las concursantes, que prefiere el anonimato «por miedo a represalias». Según explicó esta examinada, «el Principado ha querido dar entrada a muchos interinos que están muy por debajo en conocimientos que otros examinados que acabamos de salir de la Facultad».

La mayoría de las protestas está relacionada con la tercera prueba. Al parecer, las calificaciones de este examen fueron especialmente bajas, debido, según los demandantes, a los «extraños criterios» establecidos por los examinadores. Pero también el nivel formativo de los miembros de los tribunales fue motivo de enfado. «Mucha gente del tribunal no ha tenido contacto con el inglés desde hace veinte años, así que no sabe valorar si una persona domina o no el idioma y ponen notas sin conocimiento», se quejaba la misma opositora. Esta mañana finaliza el plazo de reclamaciones.

- Según los demandantes, los interinos que se sometieron voluntariamente a la tercera prueba fueron evaluados por funcionarios del Adolfo Posada, que aplicaron criterios muy estrictos en su corrección.

- Algunos afectados denunciaron el bajo nivel de conocimientos de los miembros de los tribunales, formados por profesores de Primaria que, en algunos casos, no imparten Inglés desde hace años.

- Los opositores se quejan de que la nota hecha pública es global y no fraccionada por exámenes.