Director de cine

Raquel NOGUEIRA

Juan Antonio Bayona es uno de los cineastas españoles que más rápido ha triunfado. Su primer largometraje, «El orfanato», producido por el mexicano Guillermo del Toro, le valió el «Goya» al mejor director novel en 2008. Antes de atreverse con la gran pantalla, dirigió anuncios de televisión, videoclips musicales y cortometrajes como «Mis vacaciones» o «El hombre esponja». Ayer se encontraba en Gijón para participar como ponente en el VII Curso de iniciación a la práctica cinematográfica celebrado en el Centro Cultural Cajastur Muralla Romana.

-Lleva toda su vida trabajando en medios de comunicación. Primero locutando en una radio de Barcelona, luego dirigiendo anuncios y videoclips, ¿en qué momento decidió dedicarse al cine?

-Ya cuando trabajaba en la radio de mi barrio estaba en un programa muy concreto de cine. Todo para conseguir entradas gratis para los estrenos y poder ir al Festival de Cine de Sitges. Todo por los pases de prensa. Ser periodista no era lo mío, mi vocación siempre fue ser director de cine. No tengo un verdadero recuerdo del momento en el que decidí serlo. Siempre estuvo ahí.

-Su primer largometraje es «El Orfanato», guión original de Sergio García Sánchez, que también está presente en el Curso de iniciación a la práctica cinematográfica. ¿Por qué decidió realizar ese proyecto?

-Era un proyecto que Sergio iba a dirigir pero que tuvo que desestimar por falta de financiación. Me gustó mucho, pensé que era el guión perfecto para ser mi primera película porque tenía muchos temas que me interesaban y me parecían los suficientemente personales como para sentir el texto como propio. Sergio escribe de maravilla y es un director impresionante, por eso decidí que estuviera presente durante todo el rodaje. En esta película su criterio era tan importante como el mío.

-Al finalizar el rodaje de la película, ¿en algún momento pensaron que tendría tanto éxito?

-Nadie se lo esperaba, lo que sí que hicimos fue cuidar muchísimo la película en todas las fases. Mi primera obligación como director es hacer la mejor película posible, pero también era mi bebé y tenía que cuidar de él en todos los aspectos. La promoción fue uno pero tuvimos que luchar cada día y cada semana para que la película se proyectara en los cines de la mejor manera.

-En «El orfanato» dirigió a actrices como Belén Rueda o Geraldine Chaplin. ¿A qué actriz o actor le gustaría dirigir en un futuro?

-Belén y Geraldine me hicieron el trabajo muy sencillo. Se tomaron la historia como algo real, no como una simple película de miedo. Fue un honor trabajar con ellas. Me haría mucha ilusión trabajar con Chus Lampreave, que es una persona a la que muchos de mis amigos y yo siempre hemos admirado. Y me hubiera gustado trabajar con Christopher Reeve, porque para mí era como un icono y un símbolo. Es que era Superman.

-El rodaje de su película le habrá dejado muchos recuerdos per, ¿qué es lo que más le gustó?

-Recuerdo un rodaje duro y difícil pero lo hago con mucho cariño. Es curioso como cuando hablas con la gente que trabajó en «El orfanato» te cuentan que no han vuelto a sentir la atmósfera que había en aquel rodaje. Fue muy especial.