Comenzamos la semana grande gijonesa sin atisbos de pertinaz sequía; las terrazas hosteleras permanecen más bien a la funerala y los impermeables guiris dan colorido en algunos momentos a las angostas aceras de esta capital marítima hasta la hora de refugiarse en la Feria a devorar la producción del Cuco y los bocatas de calamares.

A la espera de Rosario Flores, José Tomás, los fuegos, la danza prima y el restallón, las fiestas no han podido empezar mejor pues, don Francisco Prendes Quirós, aprovechando astutamente el anual homenaje a nuestro prócer gijonés -el pasado día 6-, encendió la mecha y, pa mí que, prendiola con picardía.