Cynthia GARCÍA

«Que este festival lleve el sobrenombre de "Festival de la Juilliard en Gijón" es todo un honor porque ahí han estudiado los más grandes». Con esa orgullosa declaración, Óliver Díaz presentó ayer el X Festival Internacional de Piano de Gijón, del que él es director musical. Su orgullo no es para menos porque este festival no sólo está plenamente afianzado, sino que tiene un futuro halagüeño. «Estoy muy contento de estar aquí, porque una décima edición significa que hemos sobrevivido diez años, algo muy difícil», afirmó por su parte el director del festival, el alemán Julian Martin.

Con un cartel de primera para conmemorar esta fecha, el festival tiene programados, hasta el 29 de agosto, 12 conciertos de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Gijón, en los que los alumnos y artistas invitados actuarán como solistas. Los conciertos serán en lugares destacados de Gijón: La Laboral, la colegiata San Juan Bautista y el Jardín Botánico. Además, habrá conciertos en Villaviciosa, Candás y Oviedo. «La sede del evento es Gijón, pero queremos dar la oportunidad de que la gente escuche a estos maestros», explicó Díaz. Los conciertos son sólo una parte, porque también habrá clases privadas, que impartirán los profesores del curso; clases magistrales y conferencias por parte de profesores y artistas invitados. Por último, siguiendo con el empeño de acercar la música de piano a la calle, el día 22 está previsto el acto «Promenade Concert». «Bajo el lema "10 años, 10 horas", vamos a llevar a cabo un concierto ininterrumpido de piano en el paseo de Begoña, ofrecido por un número de entre 20 y 30 pianistas, esperando un resultado curioso y atractivo», explica Óliver Díaz.

El festival ha conseguido este año un récord de participación de estudiantes, casi 60 alumnos de lujo. «Si juntásemos todos los concursos internacionales que han ganado los alumnos el resultado sería más de 100», indicó Julian Martin.