El Juzgado Número 3 de Gijón ha dejado en libertad con cargos al hombre acusado de grabar en video con su teléfono móvil a varias menores en las duchas de la Playa de San Lorenzo, en Gijón. La juez, según informó la Policía Nacional, dejó en libertad al presunto autor de un delito de pornografía infantil hasta conocer los resultados de las investigaciones realizadas por la Policía con el material informático incautado en su domicilio.

El juez estimó que el sospechoso de grabar a varias niñas en la playa de Gijón tiene domicilio conocido y carece de antecedentes penales por lo que optó por decretar su libertad.

Por su parte, la Policía Nacional halló por el momento fotografías y videos de menores, fundamentalmente en duchas de la playa, en parte del material incautado a Rubén G.A., de 40 años y vecino de Carreño, guardados en varios 'lápices de memoria'. Por el momento, la Policía aún continúa revisando el material que se le intervino ayer en los registros de su domicilio, en su lugar de trabajo y en su vehículo.

En éstos se procedió a la intervención de tres CPUs( cuyos discos duros serán revisados minuciosamente), dos cámaras videograbadoras, y numerosas grabaciones en soporte DVD, y en cintas de vídeo.

LOS HECHOS

La alerta la dio un ciudadano que se dirigió a la pareja de agentes que se encontraba prestando servicio en la escalera 12, y les informó que frente a la escalera 13 había una persona con un móvil grabando a varias niñas que se están duchando desnudas.

Los policías se personaron en el lugar y observaron al individuo, que portaba un teléfono a la altura del pecho y enfocaba hacia una ducha donde se encontraban cuatro niñas duchándose desnudas.

En un principio el individuo no se percató de la presencia de los agentes, por lo que continuó con la grabación, pero cuando éstos estuvieron a su altura dejó el móvil de inmediato, introduciéndolo rápidamente en el bolsillo de la camisa.

Cuando los agentes solicitaron el móvil, pudieron constatar que faltaba la tarjeta de memoria. Y tras preguntar al individuo reiteradas veces sobre esta ausencia, el hombre manifestó que se la había tragado y que en ella había dos o tres vídeos con las imágenes que acababa de grabar. Finalmente, en el momento de la identificación, se personó el padre de una de las niñas, que denunció que había observado cómo el hombre grababa a su hija de seis años.