R. VALLE

El Molinón aspira a convertirse en un nuevo motor de la economía local como octavo centro comercial del municipio. O, por lo menos, ése es el objetivo que tiene en mente el equipo de gobierno municipal al diseñar un complejo de ocio y comercio en los bajos del estadio integrado por 18 locales comerciales en régimen de alquiler sobre una superficie de 11.893 metros cuadrados. Este proyecto mantiene vivo el espíritu de la actuación empresarial que se había puesto en manos de la firma Ruta de El Molinón a finales del año 2006 y que se frustró después de tres años de retrasos y contenciosos con la sociedad madrileña. Allí también se planteaba una reforma de ocho millones de euros a cambio de la explotación de los bajos en una concesión a cuarenta años.

Rotas las relaciones con la empresa de José Luis Cuervo y recuperada la concesión tras un acuerdo económico, el Ayuntamiento ya asumió hace unas semanas hacer directamente la obra de los vestuarios con una inversión municipal de dos millones de euros y, ahora, da su visto bueno a un nuevo plan de viabilidad para la concesión administrativa de la reforma y explotación de diversos locales del estadio de El Molinón. El estudio realizado por el máximo responsable de la dirección general económico-financiera del Ayuntamiento de Gijón, Francisco Blanco, aboga por «generar un nuevo centro de servicios lúdicos y comerciales en la zona que refuerce su atractivo y los equipamientos a disposición de los gijoneses y los visitantes». El informe de Blanco coloca El Molinón en una red comercial integrada en la actualidad por los complejos de Alcampo, los Carrefour de La Calzada y Los Fresnos, Opción en El Coto, San Agustín, «Costa Verde» y el centro comercial abierto de La Calzada.

El plan de viabilidad comercial de El Molinón parte de las siguientes reflexiones:

- Locales en tres alturas. El espacio comercial de El Molinón se repartirá en tres alturas de las gradas este, oeste y sur. La superficie total construida suma 11.893,36 metros cuadrados. El plan de viabilidad opta por 18 locales comerciales cuyas medidas oscilan entre los 25,20 metros cuadrados del más pequeño y los 2.844,57 del más grande. Su distribución es de nueve locales en la grada este en tres alturas, cinco locales en la grada oeste en dos alturas y cuatro locales en la grada sur en una altura.

- Las ventajas de vender en El Molinón. «No existe en Gijón otro emplazamiento comparable en edificio, accesos y proximidad al centro urbano», explica en su informe Francisco Cuesta. No es la única ventaja que el economista ve a El Molinón como centro comercial. Cuesta también reivindica el amplio aparcamiento, la cercanía de equipamientos como la Feria de Muestras y el parque de Isabel La Católica, la expansión del cercano barrio de La Guía, su ubicación en zona de paso a la Laboral, campus universitario, Parque Tecnológico y el Hospital de Cabueñes y las sinergias que crean las 20.000 personas que cada quince días irán al estadio para ver al Sporting.

- Una marca de calidad. Supermercados, oficinas para empresas y negocios, locales de ocio, hostelería... ésas son los potenciales empresas que tendrían su ubicación en El Molinón. El Ayuntamiento plantea que todas ellas se unan bajo una marca que sea sinónimo de calidad y que aproveche su ubicación en un edificio remodelado y vanguardistas. Liverpool y Madrid son dos ejemplos a seguir en ese camino.

- Medio millón de clientes. La influencia comercial de cualquier nuevo establecimiento en Gijón alcanza a 570.000 personas, según el estudio. A los compradores locales se suman aquellos que puedan llegar de otros municipios gracias a las autovías Minera y del Cantábrico. Este grado de influencia está por debajo de Oviedo (717.722 personas), pero el plan de viabilidad destaca que Gijón es ahora el municipio asturiano con mayor capacidad para absorber un nuevo equipamiento comercial. Gijón tiene, además, una singularidad en sus centros comerciales con respecto a Oviedo, Siero y Avilés: tiene más metros cuadrados dedicados a alimentación que a ocio.

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