El que aparezcan artículos en llingua asturiana en la prensa gijonesa viene de antiguo. En muchas ocasiones durante los siglos antepasado y pasado se publicaban en los periódicos no pocos escritos en la llingua vernácula. Y no digamos poemas aunque, eso sí, casi siempre en tonos humorísticos. Como curiosidad hay que decir que a la llingua -en los periódicos gijoneses y durante el siglo XIX- se la solía llamar «dialecto asturiano» e incluso leemos a veces que se reivindica esa expresión contra «el nombre extraño de bable».

La primera vez que vemos en la prensa local citar la palabra «Xixón», en lugar de Gijón, es en el diario «El Comercio», el 4 de enero de 1884, y con motivo de una velada organizada por el Círculo de Instrucción y Recreo de Gijón. Allí, en ese acto que conmemoraba el 140.º aniversario del nacimiento de Jovellanos, Teodoro Cuesta recitó un poema de su autoría en el que, entre otras cosas, decía esto:

Xixón, tacina d'oru, foi su cuna. / Aquí vio l'anxelín la lluz primera. / ¡Cuántos pueblos i envidien su fortuna / por tierra madre ser de tal llumbrera! / No hay alma viviente, aquí nenguna, / que al nombralu lo faiga con montera, / y el que al aire nun dexe el cocorote, / aunque no lo parezca, será un zote.

Por otra parte, cuando aparece el concepto de «playu» como «nacido en Cimavilla» es a partir de una referencia en «El Noroeste», el 10 de mayo de 1910, y procede de Melquíades Álvarez cuando se le recibe en la ciudad tras ser elegido diputado. Desde un balcón de la calle Artillería, Melquíades Álvarez dijo: «Yo soy playu como vosotros. Ahí en la plazuela del Marqués corrieron los días de mi adolescencia. De vosotros he salido; soy nieto de Rafael de Arenas, podéis considerarme uno de vosotros. Y ahora que soy diputado, tened la seguridad de que he de serviros en todo cuanto me sea dable». Efectivamente, Melquíades había nacido cuarenta y seis años antes en Cimavilla pero, eso sí, justo en el límite del barrio, en la acera de los pares de la calle que ya en aquel 1910 llevaba su nombre. Para los playos la acera de los impares ya «es Gijón».

Al poco ya empezó a ser habitual leer en la prensa palabras como «playu» y «playos». Seguramente la primera vez que aparece «playos» fue el 1 de agosto de 1912, también en «El Noroeste». Se trata de una noticia de sucesos titulada «Dos playos en el cuartón», donde se nos cuenta que dos marineros de Cimavilla, «náufragos en el proceloso mar de la sidra», habían sido conducidos al cuartón, al calabozo de la Policía Municipal, por «irse a las manos». Cimavilla, en lugar de Cimadevilla, no figura en los periódicos hasta ya bien entrado el siglo pasado. Pero mucho antes sí que vemos abundantes expresiones asturianas, por ejemplo, relacionadas con la sidra. Ahí va este anuncio de una espicha en casa de Florencio Martín, en Xove.

De taquinos, bon marisco, llingua y tucu / has de quedar -¡Dios me salve!- bien fartucu, / pos d'aquí en ca Floro, dend'un pisu, / das un blincu y tas nel Paraísu. / ¿Hubo sabiu deportista con melena / que topara la incónita al problema? / De Florencio Martín na pomarada / beberéis bon culín, lo demás ¡nada!

Por fin, «Asturies», en vez de Asturias, ya aparece en el periódico «La Joven Asturias», en el lejano día del 6 de marzo de 1865 y con motivo de los Carnavales de Mieres. Comentaba el diario que eran sólo las mujeres quienes, esos días, «tiznaban, manoseaban y ofendían de mil maneras al prójimo», y lamentaba que a Mieres no hubiese llegado todavía «la más pasable y corriente costumbre de disfrazarse». Terminaba con esta copla:

En to Asturies nun hay

un llugar como'l de Mieres,

que son xuiciosos los homes

y per lloques les muyeres.