C. J.

Escapando de «Ñuberu». Así arrancó la sesión inaugural de «Arribada», el encuentro en torno a la literatura asturiana que reunirá en Gijón hasta el próximo 3 de octubre a más de 150 autores unidos bajo una causa común, la «llingua». La lluvia deslució el tradicional desembarcó en el muelle de los participantes en la «vagamar» literaria pero no impidió que, ya a techo, los organizadores expresaran sus propias reivindicaciones. La más importante de ellas incluye un reconocimiento expreso para todos los impulsores de la cultura autóctona y «les lletres asturianes».

El coordinador de «Arribada», Humberto Gonzali, destacó el valor de la «llingua» como «uno de los más importantes patrimonios» que se puede aportar a la cultura universal desde cualquier comunidad humana, y que se ha convertido en el principal vehículo de comunicación de personas «de todo tipo y condición». Aprovechando la celebración del acto en el Antiguo Instituto y abundando en el deseo de los organizadores de un reconocimiento expreso para los impulsores de la cultura autóctona, Gonzali animó a solicitar que una calle de la ciudad lleve el nombre del asturianista Enrique García-Rendueles, profesor del Instituto Jovellanos y responsable de la antología «Los nuevos bablistas», publicada en 1925.

Por su parte, el concejal de Cultura, Justo Vilabrille, felicitó a la asociación «Arribada» por su esfuerzo en la promoción de la cultura asturiana. El edil también fue partícipe del caluroso homenaje que el colectivo brindó a la fallecida maestra de las letras asturianas Nené Losada Rico en cuya memoria se realizó una lectura poética. Fue instantes después de la presentación del documental «L'últimu chalgueiru», dedicado al sotobarquense Emilio Fernández Cuervo.

Durante los próximos 14 días, «Arribada» ofrece la oportunidad de continuar ahondando en el conocimiento de la literatura y la cultura asturiana a través de un amplio programa de actividades.