M. CASTRO

Naval Gijón ha tenido que vender como chatarra dos de las cuatro grúas de pico de pato del astillero, al no haber encontrado a ningún comprador interesado en las mismas. Las otras dos, con capacidad para elevar 40 y 20 toneladas, respectivamente, fueron adquiridas por el grupo naval vasco Zamakona, que las ha desmontado y embarcado en una pontona para trasladarlas a su astillero de Pasajes. El desmontaje de las cuatro grúas está siendo efectuado por la empresa de montajes industriales especializados Montur. En pie sólo queda ya la grúa más antigua del astillero, una mole de 350 toneladas con capacidad para elevar hasta 40 toneladas. Antes de que acabe el mes, será chatarra.

La chatarrería Daniel González Riestra ya ha trasladado hasta sus instalaciones en San Andrés de los Tacones parte de una de las dos grúas, que pesa 250 toneladas. Entre ambas, Riestra se hará con 600 toneladas de acero.

Las dos grúas que se destinan a chatarra son las que se encuentran en peores condiciones. Estas grúas ya debían haberse achatarrado en 2004, según figuraba en el plan industrial que habían firmado UGT y CC OO con Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (Pymar) y con Naval Gijón en un plan de viabilidad para reflotar el astillero. La inversión de 9 millones de euros para cambiar las cuatro grúas y la instalación eléctrica del astillero nunca llegó a efectuarse. Naval Gijón entregó en febrero el último barco y en mayo prescindió de sus últimos trabajadores.