C. JIMÉNEZ

Después de denunciar que se habían sentido como meros observadores en un proceso del que se consideran los máximos protagonistas, los estudiantes han logrado que el Rectorado les dé voz en la reestructuración de los campus universitarios. Así lo hizo saber el vicerrector de Centros y Profesorado, Julio Antonio González, en un encuentro con los representantes en las juntas de las tres escuelas de ingeniería de Gijón.

En las reuniones que se celebrarán a partir del próximo mes de diciembre para planificar cuestiones «más del día a día» de la futura Escuela Politécnica de Gijón estarán representados, además de los directores y responsables de departamentos, dos estudiantes por cada uno de los centros afectados.

González récord para el alumnado más escéptico que fue precisamente la unificación de escuelas universitarias lo que más puntuación dio para que la Universidad se situara como finalista en su aspiración al sello de campus de excelencia internacional. «Es imposible seguir manteniendo un modelo de centros pequeños y dispersos si queremos competir en el ámbito nacional e internacional», remarcó Julio Antonio González en el transcurso de la reunión con los estudiantes del campus de Gijón. Y agregó que durante el último encuentro con directores de centros y departamentos de este distrito universitario el sentimiento mayoritario era que se acelere al máximo el proceso de fusión de la escuelas de ingeniería técnica industrial, ingeniería técnica informática y la Politécnica.

Julio Antonio González coincidió con la vicerrectora de Ordenación Académica, Paz Suárez Rendueles, en que el proceso no se hace para ahorrar 100.000 euros. «Sería estúpido pensar eso, lo impone la legislación y porque estamos convencidos de que vamos a salir ganando», subrayó Suárez Rendueles.

También reconocieron los dos miembros del equipo rectoral que el nuevo centro que resulte de la fusión de las tres escuelas de ingeniería «va a exigir inversiones», por ello, se comprometieron a procurar que en esta etapa de estrechez económica se empleen todos los recursos de la forma más óptima. No obstante, la vicerrectora de Ordenación Académica dio por seguro que si finalmente la Universidad de Oviedo recibe el sello del campus de excelencia internacional el próximo día 25 «desaparecerán muchos de nuestros males durante cuatro o cinco años». Se refería Paz Suárez Rendueles a los problemas de financiación que tanto apremian a la institución académica en plena transición al Espacio Europeo de la Educación Superior.

El proceso de elección de los nuevos equipos directivos que resulten de las fusiones de centros se alargará aproximadamente un año. Entre tanto, se designará a un gobierno en funciones, que deberá concretarse antes del próximo 31 de enero. Ellos serán los responsables de la redacción del plan docente del próximo curso, explicaron los vicerrectores.