María IGLESIAS

Un viaje enológico que comienza en la vieja estación del tren de Gijón y termina en los paladares más vinícolas. Con esta propuesta gastronómica arranca «La calle de Baco», una iniciativa que atraerá los próximos 10 y 11 de diciembre a las principales bodegas nacionales hasta el Museo del Ferrocarril.

«La calle de Baco» contará con más de 200 vinos de las principales bodegas con denominación de origen del país como Rioja, Ribera del Duero, Penedés, Alicante, Rías Baixas, Bierzo, Toro o Somontano, que ofrecerán una degustación de sus mejores caldos a los asistentes. El precio de la entrada será de 15 euros por persona.

«Es un evento creado para llevar las grandes bodegas y vinos de España al andén de la estación», explicó ayer el enólogo, creador y comisario del evento, Carlos Delgado. Gijón será el punto de partida de un viaje que recorrerá distintas ciudades españolas como Cáceres, Salamanca, Santiago de Compostela, Vitoria, Gerona, Alicante, Toledo, Granada, Sevilla o Cádiz. «Vamos a obviar en este circuito a las grandes urbes porque son las que menos consumo de vino realizan por habitante y año», señaló Delgado.

«Hemos elegido Gijón por ser una de las ciudades que más vino per cápita consume, es el modelo de ciudad ideal con un núcleo urbano importante», añadió el comisario del evento. Durante dos días, gijoneses y visitantes podrán degustar caldos de las zonas vinícolas más importantes de España en los apenas 200 metros del andén de la estación, «de lo contrario tendríamos que recorrer miles de kilómetros», apuntó Delgado.

En «La calle de Baco», además de probar, se podrán conocer más a fondo los productos y comentar sus cualidades con los responsables de las principales bodegas. Todo ello amenizado con música de los años veinte y treinta: jazz, soul, blues, gospel, o canción romántica, que sonarán de la mano de un prestigioso discjockey. «La calle de Baco», encaminada directamente al sector hostelero, contará también con la iniciativa «tragos solidarios». «La bodega Muga construirá una barrica de roble sobre uno de los vagones, que después se subastará. El dinero recaudado se donará a Cáritas», aseguró el comisario.

«Es una forma de unir el gozo con la solidaridad», añadió. Por su parte, el concejal de Promoción Económica del Ayuntamiento de Gijón, José María Pérez, dijo que «la idea nos gustó porque permite reforzar la campaña gastronómica de la ciudad». Además, destacó Pérez la combinación que emerge del vino y la cultura. «Este evento permitirá aunar los recursos culturales y conocer la historia del vino asociada con el ferrocarril», aclaró el concejal.

Con cada entrada, el usuario recibirá una copa de cristal y tendrá derecho a catar los diferentes caldos que se le ofrecen, todos ellos de enorme prestigio. Asimismo, tendrá la posibilidad de comentar las características del vino con los principales bodegueros, e incluso adquirir botellas de las más destacadas bodegas. «Antes tomábamos vino peleón, ahora el público pide calidad», comentó en la presentación del acto el vicepresidente de los Hosteleros de Asturias, Román Arias.

De hecho, uno de los objetivos del evento es «potenciar la cultura y el consumo responsable del vino de calidad», apuntó Delgado. «El consumo de los españoles es similar al de un país emergente, nuevo, sin cultura del vino; eso hay que cambiarlo y llegar, por lo menos, a los niveles de Francia», añadió el creador del evento.