Concejal delegado de Urbanismo

Miriam SUÁREZ

El Ayuntamiento de Gijón iniciará el próximo viernes la revisión de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Por delante, un proceso administrativo que durará, según las previsiones municipales, en torno al año y medio. El concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, asegura afrontar la nueva tramitación «con la voluntad de hacer de este asunto una asignatura de transparencia».

-Las sentencias que obligan a revisar el PGOU les suspenden en participación ciudadana. ¿Pondrán más empeño esta vez?

-Es uno de los aspectos de las sentencias que no compartimos. Sí que hubo participación. Lo que no se hizo quizá fue documentar suficientemente todos los trámites y procesos de información que se generaron. Así que el déficit no fue tanto en la tramitación como en la acreditación de todo el esfuerzo que se realizó.

-La zona rural pide dos meses de plazo para sugerencias y ustedes les conceden 40 días.

-En la práctica van a tener esos dos meses, teniendo en cuenta que el documento de prioridades estará colgado de la web municipal desde el día 11 y se lo trasladaremos a todos los miembros del Consejo Social antes de sacarlo a información pública el 2 de enero. La ley prevé un plazo de 20 días y nosotros habíamos previsto 30. La Comisión de Urbanismo decidió ampliarlo a 40 días, a petición de este concejal, para facilitar el proceso de participación.

-¿Qué peso tendrán las opiniones de los ciudadanos?

-Este trámite no implica asumir íntegramente todas las opiniones, porque saldría un documento muy contradictorio, pero se escuchará a los ciudadanos, por supuesto. A todos los ciudadanos, sean o no propietarios del suelo. Porque a veces da la impresión de que, en Urbanismo, sólo es válida la opinión de quien tiene un prao. Y no es así. El Urbanismo va más allá del interés, aunque legítimo, de los dueños del suelo.

-¿Y si la mayoría elige la alternativa 0, la que no conlleva nuevos desarrollos?

-¿Quién es la mayoría? Porque también pueden elegir la alternativa 1 o la 2. O una alternativa mixta. Primero empecemos conociendo esas opiniones y, luego, veremos cuál es el resultado.

-En el documento de prioridades se dice que la revisión parte del PGOU de 1999 y ustedes afirman mantener vigente el de 2005. ¿No es una ambigüedad?

-Según las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, el PGOU de 2005 estaría viciado por no haberse tramitado como revisión. Nosotros discrepamos, pero, si se quiere superar la discusión de la legalidad, lo correcto es buscar apoyatura en el Plan General de Ordenación de 1999, no en el que está siendo motivo de controversia. Eso no quita para que el plan aprobado en 2005 es el que continúa en vigor. Nosotros seguimos una doble línea de trabajo, la del recurso de casación ante el Tribunal Supremo y la de la revisión, precisamente para garantizar la plena seguridad jurídica y evitar cualquier incertidumbre.

-¿Quedan suspendidos los desarrollos y licencias del plan anulado?

-Sólo aquellas licencias que pueden entrar en conflicto con este proceso de revisión.

-Usted apuesta por un modelo compacto de ciudad. ¿Eso qué significa?

-Apostamos por una ciudad que mantenga una coherencia en la trama urbana; una ciudad policéntrica, donde todos los territorios estén dotados de servicios públicos de calidad. Nuestro modelo no es el de la ciudad dispersa americana, donde cada uno vive en su casita y va a comprar al supermercado en uno o varios coches de la familia. Para Gijón, el «modelo Somió» no es lógico ni el más conveniente.

-De las tres alternativas propuestas para el futuro diseño de la ciudad, ¿cuál es la que mejor se amolda a esa idea?

-No es cuestión de que yo me pronuncie en estos momentos. Eso lo va a determinar el equipo de gobierno, después de conocer las sugerencias de los ciudadanos así como el informe ambiental que debe elaborar el Principado. A partir de ahí habrá que dar una solución. Las tres son verosímiles.

-¿Incluso la alternativa 0, que ya se descarta prácticamente en el documento de prioridades?

-Lo que nos pide la ley es que se evalúe qué pasaría si no se hace nada. Es una exigencia que la propia ley establece. Hombre, para el futuro de esta ciudad, la alternativa 0 se agotaría en un período entre cuatro y seis años. Hay que pensar si merece la pena revisar ahora un plan para tener que volver a hacerlo dentro de cinco años. Esta alternativa hay que analizarla porque la ley lo establece así, pero estamos pensando que un esfuerzo de esta envergadura debe hacerse al menos para 10 años.

-Por los criterios que viene defendiendo el equipo de gobierno, parece cantado que se decidirán por la opción (la 1) más similar al plan anulado.

-Dijimos que no íbamos a cambiar de modelo, y ninguna de las tres alternativas se aleja de nuestro modelo de ciudad. Su graduación del crecimiento y nivel de desarrollo va de menos a más, pero el modelo es el mismo.

-La oposición les acusa de hacer el paripé, de cubrir el expediente.

-Pero no es verdad. Y lo digo rotundamente y sin vacilar. Estamos cumpliendo la legislación vigente, presentando a los ciudadanos, y también para su valoración ambiental, un estudio de alternativas. De momento, no se están tomando decisiones.

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«Esta tramitación busca apoyatura en el plan del 99, y no en el que es motivo de controversia, para garantizar plena seguridad jurídica; eso no quita para que siga en vigor el de 2005»

«Con la ampliación de El Musel, la ZALIA y el proyecto del ferrocarril en marcha estamos ante un escenario distinto, así que el debate también será distinto al de hace seis años»

-Nació en Abres (Vegadeo), hace

51 años. Aunque lleva residiendo

en Gijón desde 1967. Está casado y tiene dos hijos.

-Se afilió al PSOE en 1974. Desde

entonces, ha ido asumiendo diferentes responsabilidades dentro

del partido. Hace 10 años entraba en el Ayuntamiento como concejal de Hacienda, cargo que ocupó hasta 2007.

-Actualmente es el máximo responsable del Urbanismo gijonés. Como tal afronta una revisión del PGOU en la que no deja de trabajar ni en los días festivos.