M. C.

La Unión de Comerciantes de Gijón y la Cámara de Comercio están elaborando un estudio para implantar en la zona centro de Gijón un centro comercial abierto, similar al que ya está en marcha en el barrio de La Calzada. El estudio estará concluido la próxima primavera. El anuncio de este proyecto fue formulado ayer en el Ayuntamiento por el director general de la Cámara de Comercio, Javier de la Ballina, y por el presidente de la Unión de Comerciantes de Gijón, David Argüelles, tras la presentación del plan local de comercio, por el concejal de Promoción Económica e Innovación, José María Pérez.

Un centro comercial abierto es una zona de la ciudad con oferta comercial suficiente y delimitada claramente, y que además está gestionado como una unidad desde el punto de vista de servicios de promoción y urbanísticos (renovación del mobiliario urbano y alumbrado, o ensanchamiento de aceras si fuera necesario).

El estudio para el futuro centro comercial abierto va a ser costeado por la Cámara de Comercio, que ya consignó 18.000 euros en sus presupuestos de 2009 y que destinará otra partida de igual cuantía en los presupuestos de 2010 para completar el trabajo. El resultado del mismo se presentará oficialmente durante la Feria de Muestras del próximo año, según indicó el director general de la Cámara y hombre de confianza del presidente de la entidad, Luis Arias de Velasco.

La creación de nuevos centros comerciales abiertos se enmarca dentro del plan local de ordenación comercial de Gijón, que divide la ciudad en nueve áreas comerciales diferenciadas, en las que se tratará de perfilar dónde se pueden implantar esos centros comerciales abiertos, restringiéndolos a unas calles o a las áreas completas, explicó José María Pérez. Las nueve áreas comerciales en las que el plan divide Gijón son el centro tradicional, Constitución, Manuel Llaneza-Pablo Iglesias, El Coto-Viesques, El Llano, Pumarín-Montevil-La Braña, La Calzada y Natahoyo.

Entre los ejes estratégicos del plan destaca el establecer criterios de localización para tener una ciudad compacta, favorecer los centros comerciales abiertos, dar a conocer la demanda de productos para equilibrar la oferta o indicar posibles «nichos de mercado», introducir la innovación en los pequeños comercios, favorecer la formación, reforzar el asociacionismo y la colaboración también con otros sectores, como el hostelero, y continuar con los programas a apoyo institucional al pequeño comercio.

El presupuesto municipal destinará en 2010 alrededor de 0,5 millones de euros para distintas actuaciones vinculadas al pequeño comercio. El concejal también incluyó en esas medidas de apoyo reformas urbanísticas, como el plan de avenidas.

Entre las medidas que prevé el plan local para impulsar el pequeño comercio está la de promover centrales de compras y de servicios para afrontar en mejores condiciones la competencia con las grandes superficies, que manejan volúmenes sustancialmente mayores.