C. JIMÉNEZ

Con el objeto de mostrar las posibilidades de los nuevos elementos y lenguajes del arte contemporáneo en la formación de los jóvenes, la responsable de programas educativos de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial, Mónica Bello, participa desde hoy y hasta el próximo jueves en el IV Congreso Internacional de Arte Infantil y Adolescente organizado por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, a través de su Museo Pedagógico de Arte Infantil.

-¿Qué tipo de demandas formativas se plantean para el público infantil en el ámbito artístico?

-Los profesores nos dicen que existen algunas carencias. Los últimos avances en arte, ciencia y tecnología les abruman y nosotros les ayudamos a comprenderlo para que puedan llevar estas prácticas al aula. Somos un puente entre el docente y el alumno.

-¿Cuáles son las propuestas educativas del centro de arte para los más pequeños?

-Nuestras actividades no sólo se dirigen al público infantil y juvenil, sino que también trabajamos con universitarios y profesores. Para este cuatrimestre pondremos en marcha el programa escolar «Encuentros con creadores», en el que los niños podrán acudir una vez al mes a una sesión con los autores de diferentes exposiciones que se encuentran en el centro de arte. El 4 y 5 de marzo se repetirá el taller que pusimos en marcha el año pasado «Arte, ciencia y tecnología», que tuvo mucho éxito entre los docentes. En febrero llevaremos a la Escuela Infantil Gloria Fuertes la iniciativa «Real snail mail», un proyecto experimental que permite acercar el arte a diferentes espacios públicos, implicando a los niños y a las familias. A nosotros nos sirve para explorar la sensibilidad que existe en el ámbito escolar hacia las nuevas propuestas artísticas.

-¿Qué papel desempeñan las nuevas tecnologías en la labor formativa?

-Tenemos un laboratorio de televisión experimental participativa que está previsto llevar a diferentes centros educativos de la región. Uno de nuestros objetivos pasa por implicarnos en la transformación que está viviendo el sector educativo, con un planteamiento de innovación en los métodos que se hace extensivo a todo nuestro programa.

-¿Cuáles son las singularidades de la oferta educativa del centro de arte?

-Nos diferencia que no trabajamos el arte plástico, sino las nuevas herramientas y lenguajes artísticos. Es lo que nos piden también los docentes. Nuestra presencia en el congreso responde al programa educativo que estamos llevando a cabo centrados en los lenguajes más innovadores. Participaremos en una mesa interactiva sobre museos junto a responsables de otros centros artísticos como el Guggenheim Bilbao, Thyssen Bornemisza, Centro de Arte 2 de Mayo de Madrid y la Universidad de Valladolid.

-¿Quiénes son más receptivos a sus propuestas, los niños o los adolescentes?

-Existen diferentes niveles de motivación. Con los adolescentes la oferta de actividades es más amplia y la respuesta, sin embargo, más estrecha. Para el público infantil conlleva un reto más importante la programación porque muchas herramientas tecnológicas no han sido adaptadas a esas edades, pero su respuesta es más satisfactoria porque tienen el hábito de jugar y tocar. Los adolescentes son más retraídos. Por eso estamos desarrollando una importante labor con los docentes para que puedan transmitirles todas las novedades que existen.

«Las actividades con escolares nos sirven para pulsar su sensibilidad hacia las nuevas propuestas artísticas»

«La respuesta de los niños es siempre satisfactoria, los adolescentes son más retraídos»