M. CASTRO

Factorías Vulcano, astillero de Vigo matriz de Factorías Vulcano, deberá pagar al armador noruego Petroleum Geo Services (PGS) 39.658.000 euros por la cancelación del sísmico 532 («Blue Arrow»), cuyo casco se construyó en el astillero gijonés. El casco fue trasladado en diciembre de 2008 a Vigo para su conclusión. Aún no se ha acabado. El buque fue cancelado por el armador el pasado 23 de marzo, y siete días después Vulcano acudió al arbitraje.

El laudo arbitral es definitivo y de obligado cumplimiento, según informó ayer el armador. De la cantidad que fija, 39 millones de euros corresponden al dinero adelantado por el armador para la obra del buque, y los 658.000 euros restantes, a intereses y costas. El fallo arbitral repercutirá indirectamente en Pequeños y Medianos Astilleros Sociedad de Reconversión (Pymar, organismo controlado por el Ministerio de Industria), que concedió avales para construir el buque 532 por 32 millones de euros más los intereses.

De ese modo, Pymar hará frente a la mayor parte del pago a que obliga el arbitraje y pasará a convertirse en el principal acreedor de Vulcano. El astillero vigués aún tendrá que conseguir algo más de otros 7 millones de euros para completar el pago al que obliga el laudo arbitral.

Este laudo complica la situación económica de la empresa matriz de Factorías Juliana, que acaba de recibir un crédito de 8 millones de euros de la Xunta de Galicia y conseguir así liquidez para concluir el buque 534 (otro sísmico para PGS) y el 510 (un quimiquero para el armador ruso Rosneft), según informó el «Faro de Vigo», del mismo grupo editorial que LA NUEVA ESPAÑA.

La situación se complica aún más debido a que Vulcano corre el riesgo de tener que afrontar el pago de otros 39 millones de euros si pierde el arbitraje por la cancelación de un tercer sísmico para PGS, el 533, cuyo casco también se construyó en Gijón. Vulcano está intentando colocar a otros armadores este barco y el 532, para tratar de minimizar las pérdidas.

El laudo arbitral también puede afectar al concurso de acreedores de Factorías Juliana, dado que Vulcano podría tratar de repercutir parte de las pérdidas por la cancelación a Juliana, donde se construyó el casco del buque. El asunto no está claro. El motivo es que los administradores judiciales de Juliana, responsabilizan a Vulcano de la insolvencia del astillero gijonés y exigen que la empresa gallega asuma todas las pérdidas ocasionadas por los buques 532 y 533. De hecho, los administradores reclaman a Vulcano el pago de 58,9 millones de euros por ambos buques (la diferencia entre los 57,56 que ya abonó y los 116,46 que costó hacer los cascos).

Los administradores judiciales también tratan de deshacer las operaciones contables por las que Vulcano compensó facturas por 22,5 millones de euros con Juliana.