El Teatro Jovellanos de Gijón reabrirá sus puertas el próximo sábado, tras siete meses y medio de reforma y una inversión de 2.110.382 euros, convertido en un coliseo "del siglo XXI" que aúna las exigencias de artistas, técnicos y espectadores.

El resultado de las obras acometidas por Esfer Constructores y Thyssenkupp Elevadores ha sido presentado hoy por el concejal de Festejos, José Manuel Sariego, la gerente del Teatro Jovellanos, Carmen Veiga, y el arquitecto Sergio Barragán.

Aunque el cambio "estrella" de la reforma ha sido la modificación de las butacas, el edil ha subrayado que no se trata del elemento renovado más importante.

Las obras han reforzado la estructura del peine y el contrapeine con treinta toneladas de hierro para ayudar a sujetar el escenario que ahora cuenta con unos motores mecanizados cuyo peso supera la tonelada.

La mecanización de todos los procesos ha sido uno de los rasgos más destacados de la reforma y al Jovellanos se le ha dotado de doce barras mecánicas que giran a 1,2 metros por segundo y son capaces de mover 750 kilos cada una.

Barragán las ha comparado con las del teatro de la Universidad Laboral, de cuyo diseño también se encargó, y ha explicado que las del coliseo de Cabueñes se mueven más lentamente, a 0,9 metros por segundo, y levantan sólo 500 kilos.

Durante los trabajos se han rehabilitado los revestimientos interiores de un color pastel, se han cambiado las instalaciones eléctricas, la iluminación -que permitirá ahorrar un cuarenta por ciento gracias a la implantación de LEDS- y la climatización, también más sostenible.

En el tejado del coliseo se han instalado paneles solares y se ha diseñado un plan de seguridad contra incendios.

Asimismo, se ha creado una plataforma para la orquesta compuesta por 62 butacas movibles, como también lo son los asientos ubicados en las dos últimas filas impares que podrán quitarse si es necesario ubicar equipamiento técnico extra.

La reforma ha eliminado medio centenar de butacas puesto que las actuales son más grandes y Barragán ha apuntado, a modo de anécdota, que las anteriores tenían dimensiones diferentes en función de su ubicación, llegando a variar en ocho centímetros.

Los nuevos asientos han costado 350.000 euros, son de color mostaza y suponen una réplica "más cómoda" del diseño anterior.

En total, hay 1.112: 62 de carga, 414 en la platea, 394 en el entresuelo y 242 en general.

El teatro ha sido adaptado para discapacitados, para los cuales se ha reservado además cinco asientos, y se ha habilitado una escalera y un ascensor de acceso al peine, además de una rampa para introducir en el teatro el atrezzo.

La rehabilitación de la fachada externa ha permitido hallar una máscara de bronce y se han instalado pantallas en las que se proyectará la cartelera.

Un proyector reflejará en la entrada del equipamiento lo que ocurre en su interior, ha explicado Veiga.

La gerente ha valorado el ritmo de las obras y ha asegurado que para su puesta en marcha se solicitó a los técnicos su opinión puesto que son "los que mejor conocen las necesidades".

El teatro, financiado con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local, será visitado esta tarde por el vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves.

"Es un honor porque el Jovellanos es un emblema para todos los gijoneses", ha manifestado Sariego, quien considera la presencia de Chaves una manera de "realzar" la importancia de un equipamiento que se había reformado por última vez en 1995.EFE