M. CASTRO

Un grupo de empresas auxiliares del sector naval se ha ofrecido a los administradores concursales de Factorías Juliana para concluir en el astillero gijonés la obra del buque cementero «Cristina Masaveu», que está previsto trasladar al astillero cántabro Astander para su conclusión. La decisión de trasladar el barco a Astander se debe a la imposibilidad de lograr financiación para proseguir los trabajos en Juliana, que se encuentra inmersa en un concurso de acreedores. El traslado del barco se está demorando por el proceso de negociación con los proveedores de materiales para el mismo, que deben cancelar sus contratos con Juliana y volver a suscribirlos con Astander.

Estas empresas, que se agrupan en Navalia North, están lideradas por Euroship, una compañía gaditana que trabajó en los últimos barcos que construyó Naval Gijón. Quien apostó por Euroship para colaborar en la construcción de los portacontenedores 702 y 703 en Naval Gijón fue el exdirector general de ese astillero, Diego Alonso, persona de confianza de la dirección de Pequeños y Medianos Astilleros Sociedad de Reconversión (Pymar).

Navalia North remitió el mes pasado una carta a los administradores del concurso de acreedores de Juliana, para ofrecerse a concluir el cementero «aceptando la fórmula de contratación que más les convenga» y comprometiéndose «a minimizar los plazos de realización del buque, a lograr el costo más bajo y a garatnizar para Gijon y su construcción naval» la carga de trabajo que supondrá la conclusión de este barco.

El responsable de Navalia North pone en duda que el cementero c-371 se traslade a Astander, «compañía especializada en reparaciones y transformaciones». Hacerlo en Gijón es mejor, a su juicio, económica, laboral y socialmente: «Económicamente porque evitarmos traslados y requisitos técnicos obligados cuyo coste tiene importancia. Laboralemente ya que el momento en Asturias y Gijón, de las personas especialistas en este trabajo no puede ser más desfavorable, por no decir crítico. Y socialmente, porque no dudamos de la sorpresa que representa para el sector y su entorno, la situación en la que quedan las instalaciones de Factorías Juliana, pensando en futuro y como fuente de trabajo y economía para la ciudad».