Valdediós (Villaviciosa),

Mariola MENÉNDEZ

Tanto el vicario general de la diócesis, Juan Antonio Menéndez, como el arcipreste de Villaviciosa, Adolfo Álvarez, advierten de que la celebración de bodas en la iglesia de Santa María de Valdediós debe tener un trasfondo «más pastoral que económico». Quienes cuestionan la celebración de estos ritos en el cenobio esgrimen que pueda imperar un interés monetario contrario al espíritu religioso del evento, ya que supondría una importante fuente de ingresos para el conjunto monacal. Además, piden a los contrayentes que no se queden únicamente en la belleza del enclave.

La comunidad de San Juan, actual moradora del monasterio, ha solicitado al nuevo arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, el permiso para poder oficiar este tipo de enlaces en la iglesia. El vicario general indica que es una petición que están estudiando. Agrega que «aún no tenemos ninguna solución definitiva y es algo que no urge».

Eso sí, Menéndez destaca e insiste en que estos enlaces matrimoniales deben tener una dimensión «pastoral». Es decir, que los contrayentes «vivan y disfruten de lo que celebran». De hecho, el lugar habitual de la celebración de los sacramentos es la parroquia, donde, según defiende y plantea la Iglesia católica, los cónyuges han de vivir su fe.

Es habitual que los santuarios también acojan estos ritos debido a las devociones que generan los santos a los que están dedicados y también por cuestiones sentimentales. En el caso de Valdediós, el vicario general señala que «habrá que estudiarlo».

El arcipreste Adolfo Álvarez considera que la regulación de las bodas en la iglesia del monasterio maliayés es «un problema de jurisdicción». Además de contar con el visto bueno del nuevo arzobispo y del arciprestazgo al que pertenecen Villaviciosa, Cabranes, Colunga y Caravia; el párroco de Puelles (del que depende Valdediós), Carlos Capellán, también tiene que dar su aprobación.

Álvarez manifiesta que las peticiones para oficiar matrimonios en Valdediós son «sólo algunas». Fueron más habituales cuando el templo funcionó como parroquia hasta 1993, ya que la iglesia de Puelles se encontraba deteriorada. Con la llegada de los monjes cistercienses al cenobio, los enlaces estaban restringidos a los parroquianos o personas con alguna vinculación a la zona.

El párroco de Puelles, Carlos Capellán, ve con buenos ojos que se puedan oficiar estos enlaces, pero «se verá en qué términos se plantea», asegura. Coincide en que es una cuestión que «hay que regular y unificar».

Capellán confirma que las peticiones de parejas que desean casarse en Valdediós son escasas, que pueden llegar a «dos o tres al año». «Me sobran los dedos de la mano para contar las parejas que se han casado aquí desde que soy el párroco (2001)». Describe que el perfil de los contrayentes es de personas que viven fuera de Asturias y guardan alguna vinculación con Valdediós, por lo que el conjunto monástico tiene para ellos un importante peso sentimental. En concreto, se han interesado contrayentes residentes en Madrid, País Vasco e Inglaterra. El párroco apunta que algunos de ellos están pendientes de que se resuelva la celebración de bodas en la iglesia de Santa María para poder casarse en Valdediós.

«Los contrayentes han de vivir y disfrutar de lo que celebran»

<Juan Antonio Menéndez >

Vicario general

«Es un problema de jurisdicción, pero tiene que haber criterios pastorales»

<Adolfo Álvarez >

Arcipreste de Villaviciosa