C. JIMÉNEZ/ M. SUÁREZ

Las dudas técnicas que la Demarcación de Carreteras ha manifestado sobre la viabilidad del acceso previsto entre la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA) y la antigua carretera de Oviedo (AS-II o Autovía de la Industria) supusieron un cierto alivio para la parroquia de Cenero. Sus vecinos, que se oponen radicalmente a la construcción de este corredor, esperan que «ahora la Consejería de Infraestructuras entre en razón, ya que a los aldeanos no nos escuchan».

La Demarcación de Carreteras del Estado, dependiente del Ministerio de Fomento, no ha informado a favor del estudio de alternativas que evalúa el impacto de los tres nuevos tramos de autovía que comunicarán la ZALIA con la red de alta capacidad. Considera que la afección sobre la A-8 (la Autovía del Cantábrico en su conexión con la «Y») «va a ser determinante» y supeditan su aprobación a que el Principado «justifique la viabilidad técnica» del corredor que atravesará Cenero.

En cuanto a los otros dos accesos previstos, que enlazarán con El Montico y el polígono de La Peñona, piden que se estudie la posibilidad de alejarlos de la plataforma de la A-8. Los vecinos de Cenero, que firman muchas de las alegaciones presentadas al estudio de alternativas, añaden que «la obra afecta de lleno a Trubia, roza las ruinas arqueológicas de la parroquia y discurre por suelos muy inestables, donde están los acuíferos de los que se abastecen las ganaderías de la zona; una aberración».

De momento, el Principado no ha respondido a la Demarcación de Carreteras, al entender que sus consideraciones técnicas deben recogerse en el proyecto de construcción que aún no se ha elaborado. Lo que resuelve el estudio de alternativas, sin embargo, son los aspectos medioambientales. La declaración de impacto de los accesos ya ha recibido, de hecho, la aprobación definitiva de las autoridades competentes. Por eso, a juicio de la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, las advertencias de la Demarcación de Carreteras se encuentran «fuera de lugar».

Felgueroso restó importancia al informe de la Comisión de Asuntos Medioambientales de Asturias porque «no corresponde en este momento» esa valoración. Y volvió a incidir en el pronunciamiento reciente de la Comisión Europea sobre la anulación del Plan General de Ordenación (PGO): «Se nos ha dicho que no procedía la aplicación de las directrices medioambientales y ése es uno de los aspectos más sustanciales que le hemos trasladado al Tribunal Supremo en nuestros recursos», además de que «no cabe achacar defectos de carácter ambiental» a los proyectos citados.