M. IGLESIAS

Frixuelo relleno de setas con crema cabrales, nueces y un toque de miel. Una propuesta «muy asturiana» con la que el café Gaudí ha ganado 458 paladares satisfechos y el primer puesto de los pinchos más valorados en la página web de LA NUEVA ESPAÑA.

«Para nosotros el reconocimiento de la gente es el mejor premio; es lo que más presta», asegura el dueño del establecimiento de El Llano, Florentino Pérez, que se presentó al Campeonato de Pinchos y Tapas de Asturias por cuarta vez consecutiva. Conocedores de que juegan en «segunda división», dicen, y de que no pueden competir con los cocineros profesionales de la región, Pérez y su mujer, Begoña Vivero, sólo pretenden «agradar al público».

«Yo no soy cocinera, pero me esfuerzo por hacer algo presentable que guste a la gente. No podemos luchar con los restauradores», confiesa Vivero. La idea de crear este frixuelo partió de Florentino, aunque después se sometió a diversas pruebas. «Primero lo intentamos con champiñones y queso de Vidiago, pero era demasiado fuerte», cuenta el dueño del café Gaudí, en El Llano. Así, tras varias experiencias, nació el frixuelo con setas y queso cabrales.

«Siempre nos presentamos solos y nos gustaría que concurrieran más cafeterías del barrio», dice Pérez. Para este empresario, la iniciativa sería positiva para dinamizar la zona. «Si los demás se presentaran al concurso se podría crear un circuito de pinchos por El Llano», aclara. Según Vivero, en la zona centro «hay más concentración de bares y eso hace que participe más gente».

Florentino considera que El Llano es uno de los barrios «con más vida, con mucho trabajo y movimiento». «Es una zona con mucho comercio, pero falta que los bares y las cafeterías se desinhiban y pierdan ese miedo al ridículo, que por presentar un pincho a concurso no va a pasar nada», apunta. Según el hostelero, «entre ofrecer un pincho de tortilla y hacer una deconstrucción, hay un término medio del que nos podemos aprovechar». Ellos ya lo han puesto en práctica en cuatro ocasiones. «Lo que tratamos es de innovar, ser originales y utilizar ingredientes asturianos para que el pincho sea lo más de la tierra posible», asegura.

A la hora de preparar la tapa es Begoña Vivero la que se pone delante de los fogones, aunque con «previsión» todo puede estar listo en diez minutos. «El frixuelo lo hacemos sobre la marcha y el resto de ingredientes ya los tenemos preparados», reconoce la cocinera. Por el local, a probar el resultado, pasaron más de 400 personas y todas con una valoración «positiva».

Ésta no es la primera vez que se ganan el reconocimiento expreso del público, ya que hace cuatro años quedaron en el tercer puesto. «Para nosotros éste es el premio con más valor de todos», concluyen ambos hosteleros.