R. VALLE

Los integrantes del equipo de gobierno municipal y los técnicos del Ayuntamiento siguen dándole vueltas al texto de la nueva ordenanza reguladora de la instalación de terrazas hosteleras en la vía pública. El objetivo es que el próximo miércoles la Junta de Gobierno dé luz verde definitiva a una normativa que se ha venido demandando desde hace años por los empresarios del sector.

José María Pérez, concejal de Promoción Económica y Turismo, destacaba ayer que la elaboración de esta ordenanza ha tenido en cuenta tres premisas fundamentales: la búsqueda de la simplificación en la tramitación de las licencias, el endurecimiento de las sanciones para aquellos hosteleros que no cumplen con la normativa y el ajuste del nuevo texto de ámbito local a la legislación estatal y autonómica en materia de accesibilidad.

Precisamente, el cumplimiento de los criterios de accesibilidad genera un cambio básico en la ubicación de las terrazas y una preocupación entre los hosteleros locales. A partir de ahora las piezas que integran la terraza deberán estar colocadas, como mínimo, a un metro y medio de la fachada del establecimiento, para garantizar una zona de tránsito para personas con discapacidad. «Pero esto no es algo que imponga la ordenanza de Gijón, es una normativa estatal que obliga a todos los ayuntamientos y que hay que aplicar», explicaba ayer el edil socialista. Esta nueva norma hace más que complicada la colocación de terrazas en aceras estrechas y rompe con la costumbre de muchos locales de colocar a la puerta del establecimiento soportes para que los clientes puedan tomarse una consumición al aire libre.

A partir del reconocimiento de estas limitaciones que impone la ley de accesibilidad, la ordenanza sí plantea la opción de dar un tratamiento singular a espacios peatonales de la ciudad en cuanto a los tamaños de los elementos que integran la terraza hostelera y su ubicación.

Para Pérez, una de las bondades de esta nueva ordenanza es que simplifica la tramitación que se exige a los hosteleros. De tal manera que, a través de internet, la concesión de la licencia de instalación de la terraza se podrá dar de manera casi inmediata.

En cuanto a las sanciones, el Ayuntamiento parte del supuesto, explicado ayer por el edil José María Pérez, de que «hay buena fe por parte de todos los implicados. Por eso hay sanciones más duras para quienes, incumpliendo esa buena fe, actúen contra la norma. Queremos que se lo piensen dos veces antes de incumplir la ordenanza». Las sanciones económicas que se barajan oscilan entre los 6.000 y los 12.000 euros, al tiempo que castigará con dos o tres años sin posibilidad de colocar terraza a los hosteleros que, respectivamente, no cumplan la normativa vigente o la instalen pese a no contar con la preceptiva licencia municipal.

La ordenanza intenta cumplir con el deseo de los hosteleros de poner tener terraza todos los meses del año y con las peticiones de los vecinos de que estas instalaciones no se convierten en un foco de suciedad, un obstáculo en el tránsito por las calles o el origen de ruido o molestias al vecindario.