R. GARCÍA

La mujer acusada de apuñalar a una monja del Albergue Covadonga el pasado domingo se encuentra ya en la cárcel de Villabona. La magistrada del Juzgado de instrucción número 4 de Gijón, Ana Pandiella, dictó una orden de prisión provisional comunicada y sin fianza contra la acusada tras oír su declaración en la mañana de ayer. A la toxicómana, que cuenta con antecedentes penales, se la acusa de un delito de tentativa de homicidio.

Durante su declaración en el Juzgado, la acusada admitió haber apuñalado a la monja, que actualmente se encuentra ingresada en el Hospital Central de Asturias. La detenida lo hizo «porque le habían negado el alojamiento y ella aseguró que había camas libres», según informaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Asturias. Lo cierto es que esta mujer era ya una vieja conocida de la institución benéfica gijonesa, en la que a punto estuvo de provocar una tragedia el pasado domingo. A finales del mes de enero había solicitado una habitación y se había alojado en el centro durante dos semanas. Al cumplirse el tiempo máximo de alojamiento que permiten las normas del Albergue, la toxicómana tuvo que volver a la calle. Sin embargo, el pasado domingo, alrededor de las ocho de la tarde, las monjas no quisieron negarle un «plato de sopa» y la dejaron pasar a la cocina para que cenara.

Nadie podía entonces prever lo que iba a ocurrir instantes después. Belén, de 51 años de edad, comenzó a hablar con una de las monjas del Albergue, Marcelina Muñiz, que se encontraba preparando la cena. De pronto, sin dar tiempo a reaccionar a la víctima, la mujer, visiblemente excitada, le robó a la religiosa el cuchillo y se lo clavó en el cuello produciéndole varias heridas. Dos transeúntes que se encontraban en el centro esperando la cena auxiliaron a la monja hasta la llegada de la Policía. Marcelina Muñiz, que lleva tres años trabajando en el Albergue Covadonga, tuvo que ser trasladada al Hospital Central, en donde fue intervenida. La delincuente ahora encarcelada sufre una fuerte adicción a las drogas, según fuentes próximas a la investigación del caso. El domingo no era la primera vez que cometía un delito, ya que tiene antecedentes penales por tráfico de drogas y robo con violencia. Aunque éste último pudo costar una vida.