Eloy MÉNDEZ

Desde que varios operarios municipales retiraron hace un mes la señal que prohibía el paso de perros por el parque de Juan Negrín, esta zona verde del barrio de Laviada se ha llenado de visitantes peludos a cuatro patas. Una situación que incomoda a numerosos vecinos del barrio, que transitan diariamente por las inmediaciones del colegio público, el centro de salud y la parroquia. «No es normal que los perros campen a sus anchas entre alumnos de cinco años y ancianos que van al médico», se quejaba ayer María del Sol López, que todos los días acompaña a su nieto hasta las puertas del centro escolar.

«Muchos dueños no recogen los excrementos y esto se ha llenado de porquería de buenas a primeras». Es el testimonio de Rodrigo de la Hoz, residente en la calle Candás que acostumbra a dar sus «garbeos» matutinos por el parque. Desde que el Ayuntamiento levantó la prohibición de pasear perros, asegura que tiene que «hacer malabarismos» para evitar cruzarse con uno de ellos. «Estoy de acuerdo con que las áreas verdes estén abiertas a los animales, pero éste no es un parque normal, porque por él transitan a menudo ambulancias y muchísimos alumnos de un colegio», sostiene. Por eso, pide que se vuelva a limitar el acceso de cánidos. «Por lo menos que vengan atados», reclama.

La otra cara de la moneda la ejemplifican los propietarios de las mascotas. «Creo que si todos ponemos algo de nuestra parte, no habrá ningún problema», subraya Areceli González, que todas las mañanas cruza el parque con su perra Linda. Un argumento que choca con los defensores de las restricciones. «No es racional que en un lugar como éste se deje pasear a los perros sueltos, sobre todo si se tiene en cuenta que a trescientos metros hay un parque en el que no molestan a nadie», asegura Rafael Sánchez, vecino de Laviada, en referencia a la zona verde situada al otro lado de la calle de Carlos Marx, junto al colegio Asturias. «Todos sabemos que un perro corriendo entre niños pequeños y personas mayores supone siempre un riesgo», finaliza para pedir la vuelta a la prohibición.