M. CASTRO

Dos informes periciales sobre la producción de Mina La Camocha entre 1998 y 2000 confirman los indicios de un supuesto fraude de subvenciones en la explotación gijonesa, al vender a la térmica de Aboño unas 90.000 toneladas de carbón importado y de cielo abierto como producción propia.

El supuesto fraude está cifrado en 87,75 millones de euros por el Ministerio Fiscal, correspondientes a las ayudas públicas a la minería subterránea que recibió la empresa en aquel periodo. Sacar carbón de un pozo asturiano cuesta entre tres y cuatro veces más que importarlo. Si el mineral llega por barco, las subvenciones para cubrir las pérdidas de explotación se convierten en beneficio para el empresario. El carbón lo adquirían empresas interpuestas, que lo llevaban hasta una explanada próxima al lavadero de la mina gijonesa. Allí supuestamente se mezclaba con la producción del pozo y Mina La Camocha vendía la mezcla a la térmica como producción propia. Las empresas interpuestas facturaban a La Camocha por otros conceptos, para ocultar la adquisición del mineral por la mina.

Los dos nuevos informes periciales, elaborados por sendos ingenieros de minas, cuestionan que sea real la producción declarada por Mina La Camocha en aquellos años. Uno de ellos estima que la producción vendible (el carbón una vez lavado) fue de 81.671,51 toneladas inferior a la declarada por la empresa. Las cantidades que estima el segundo informe (tras analizar los partes de producción que incautó la Guardia Civil durante el registro de la mina gijonesa en abril de 2001) suman 86.761 toneladas menos de las declaradas.

En uno de estos informes el perito concluye que «a nuestro buen entender, ha existido mezcla de minerales procedentes de otras explotaciones y/o lavaderos, ya que no está justificado el gran cambio físico del material arrancado y analizado, con los mismos medios», debido a que el tamaño y los restos de la combustión del carbón que La Camocha entregó a la térmica de Aboño en 1998 y 1999 eran distintas a las de años anteriores y posteriores. El perito matiza que «dado el tiempo transcurrido, y la mina cerrada, sólo se trata de opiniones posibles». Sin embargo, el análisis de los datos de las características de las capas que se explotaron en aquellos años «apoya la tesis de la posible mezcla», agrega.

No son los únicos indicios de supuesto fraude a los que alude este perito judicial. También son incongruentes en su opinión las producciones declaradas de Mina La Camocha porque supondrían que la empresa habría logrado mantener (en 1998) y superar (en 1999) el rendimiento de la explotación en años en los que se redujo notablemente el número de horas trabajadas (hubo sendas regulaciones de empleo), se redujo el consumo de goma 2 por tonelada de carbón declarada y se redujo el porcentaje de material arrancado y superficie trabajada.

Además, el informe resalta «el deterioro generalizado y progresivo de la mina», en el que apenas se realizaban labores de preparación e investigación (previas e imprescindibles a las tareas de extracción del mineral). Las labores de preparación se redujeron en los años del supuesto fraude a aproximadamente la mitad que en los años anteriores. «Estas cifras marcan el camino hacia el cierre de la mina, o la sustitución de producto vendible, con producto de otras procedencias (no autóctono) que equilibren todos los ratios decadentes de la empresa desde 1997», añade el informe.

El segundo de los informes, fechado el pasado 6 de noviembre, analiza los datos de producción de la mina desde 1996 hasta 2001 y destaca incoherencias entre el descenso de horas trabajadas y de picadores en plantilla y la producción declarada por la mina en 1998 y 1999. Paralelamente, el rendimiento declarado del lavadero aumentó sustancialmente en los años del supuesto fraude respecto a los anteriores. El informe concluye que «desde un punto de vista estadístico, las producciones de los años 1998 y 1999 y especialmente las del último año no son admisibles».

El 7 de diciembre de 1999 LA NUEVA ESPAÑA comprobó el transporte de una partida de carbón desde el puerto de Avilés hasta la explanada próxima al lavadero de Mina La Camocha. En la imagen superior, un camión carga el mineral que había dejado el buque «Husnes» en el muelle de Raíces. En la inferior, el mismo camión descargando en La Camocha.