Eloy MÉNDEZ

Los vecinos de la zona rural decidieron ayer dar una última oportunidad a los responsables de la Empresa Municipal de Transportes (Emtusa) si quieren evitar las movilizaciones por la supresión de siete líneas de bus en las parroquias del concejo. La asamblea extraordinaria de la Federación de Asociaciones de Vecinos «Les Caseríes» acordó esperar a la celebración de las primeras reuniones del grupo de trabajo propuesto por el concejal de Hacienda, Santiago Martínez Argüelles, para buscar soluciones alternativas a las rutas eliminadas antes de iniciar las protestas. Este grupo, que formará el edil de Mantenimiento Urbano y Rural, Manuel Faustino García, contará con seis representantes vecinales: tres de «Les Caseríes» y tres del consejo de distrito periurbano y rural y empezará a trabajar la próxima semana. Aún se desconoce quién defenderá los intereses municipales en el gabinete.

Durante la reunión celebrada ayer en la sede que «Les Caseríes» tiene en Leorio tomaron la palabra casi todos los líderes vecinales de las 25 parroquias para protestar airadamente por la supresión del transporte público en el área periurbana. «Se perjudica claramente a la zona rural profunda, en la que vive la gente mayor de toda la vida que tiene que desplazarse a Gijón para cualquier necesidad y no dispone de coche», denunció tras la asamblea la presidenta del colectivo, Soledad Lafuente. Antes, los miembros de la Federación habían elegido a Ovidio Río, presidente de la Asociación de Vecinos de Castiello de Bernueces; a María Jesús Bárcena, presidenta de la Asociación de Vecinos «El Carbayu» de Caldones, y a un representante de la Asociación de Vecinos «Los 16» de Cenero como sus representantes en el grupo de trabajo que comenzará a operar la próxima semana.

«Lo único que podemos decir por el momento es que la gente está bastante enfadada y que no vamos a tener mucha paciencia para esperar por una solución», dijo ayer Lafuente, que pidió que el gabinete que va a estudiar la situación del transporte público en las parroquias se «encargue de buscar soluciones y no proponga ideas poco realistas». La presidenta de «Les Caseríes» también señaló que muchos representantes vecinales «están convencidos de que ha llegado la hora de exigir algún tipo de responsabilidad política por la situación a la que hemos llegado», aunque ayer no quiso precisar hasta dónde elevarán su petición de posibles ceses. «Todavía no es el momento, pero si finalmente esto se queda en nada, vamos a tomar muchas medidas de presión», sentenció.

Por último, Lafuente también criticó la gestión municipal de la polémica. «Ahora nos proponen un grupo de trabajo que llega tarde, porque debería haberse formado antes de la supresión de las líneas», manifestó. En este sentido, consideró que «se ha jugado con nosotros porque, de buenas a primeras, nos avisaron de que nos quedábamos sin autobús y ahora nos remiten a reuniones sin contenido aparente». Por eso, exigió que se reanuden de forma inmediata las líneas eliminadas «hasta que haya un acuerdo».