C. JIMÉNEZ

En un año en el que las emergencias sociales sobrevenidas por la crisis han multiplicado la intervención de los servicios sociales, los profesionales del trabajo social se quejan de la excesiva burocratización de su labor. «Desgraciadamente, la situación nos ha convertido en tecnócratas», manifestó durante los actos del «Día mundial del trabajo social» Jesús Sánchez Casado, trabajador de la Oficina del Inmigrante del Ayuntamiento de Oviedo y ex alumno de la Escuela de Trabajo Social de Gijón, que coincidió con otros compañeros de profesión en que se han aumentado excesivamente sus funciones administrativas y la intervención la están haciendo ahora los educadores sociales. «Mucho cuidado», remarcó Sánchez Casado, «nos hemos convertido en gestores, y lo que tenemos que hacer es trabajo social».

Fue precisamente sobre esta disciplina sobre la que pivotaron las celebraciones en el día de ayer, en la Laboral y en el Antiguo Instituto, donde los recién diplomados y diferentes profesionales de los servicios sociales fueron agasajados por el Colegio Oficial de Trabajo Social de Asturias. «Nuestra labor es dar calidad de vida a las personas en riesgo de exclusión», señaló Víctor Barril, vicepresidente de la entidad colegial. «Y convertirnos en agentes del cambio social», agregó María Jesús Fanjul, trabajadora social del Ayuntamiento de Gijón, quien también confirmó que la excesiva burocratización de los servicios sociales les está restando tiempo para trabajar en la atención social.

En todo caso, los profesionales reunidos en la jornada de ayer en Gijón confesaron que el suyo es un mundo «difícil», pero también muy «apasionante y gratificador».

Así, la coordinadora del «Año europeo contra la pobreza y la exclusión social», Pauline Geoghegan, aseguró que ahora más que nunca es necesario ofrecer una garantía de servicios universales en el que está considerado como uno de los peores años de la crisis. «Hace falta una estrategia sostenible que se base en los derechos de las personas. Por eso el objetivo para 2010 es lograr que la gente adquiera conciencia de que existe la pobreza», aseguró la responsable de la iniciativa comunitaria. En este contexto, la figura del trabajador social adquiere, según Geoghegan, mayor importancia, pero también se le atribuyen más responsabilidades.