J. MORÁN

«El sacerdocio no debe estar en la página de sucesos de los periódicos», manifestó ayer el arzobispo Jesús Sanz Montes durante su intervención en un encuentro con sacerdotes organizado por el Opus Dei de Asturias. Ni en la de sucesos, «ni en la de esquelas», agregó Sanz Montes, ya que hacía referencia al intenso fin de semana en el que la Iglesia católica ha conocido la carta pastoral de Benedicto XVI en la que el Pontífice lamentaba y pedía perdón por los sucesos de pederastia del clero en Irlanda.

Pero el arzobispo de Oviedo utilizaba la referencia de las páginas luctuosas de los periódicos para retratar otra realidad acuciante para la Iglesia: la escasez de vocaciones. De hecho, el encuentro de ayer versaba sobre la «pastoral de vocaciones», es decir, qué remedios aplicar a la sequía de personas llamadas al sacerdocio y a las congregaciones y grupos religiosos.

Al acto acudió una cincuentena de sacerdotes del Opus y diocesanos de diversos puntos de Asturias. La Prelatura del Opus Dei cuenta con unos 13 sacerdotes en Asturias, más otros tantos que forman parte de la Sociedad de la Santa Cruz, entidad tutelada por la Prelatura. El resto de los asistentes al acto de ayer recibieron una invitación personal de los compañeros de sacerdocio del Opus.

Jesús Sanz Montes ahondó en la crisis de vocaciones -«una espada de Damocles para nosotros»- y se refirió a la instrucción pastoral «Teología y secularización en España. A los cuarenta años del Concilio Vaticano II» (2006), un documento de la Conferencia Episcopal de la que él fue coautor. Citó dicho texto para argumentar que «la falta de claridad respecto al sacerdocio no ha sido ajena a la crisis vocacional de los últimos años. En algunos casos parece, incluso, que hay el deseo de provocar un "desierto vocacional" para así lograr que se produzcan cambios en la estructura interna de la Iglesia».

Es decir, que cierta Teología postconciliar ha podido debilitar el sentido del sacerdocio. Sanz Montes puso el contrapunto de que «donde, manteniendo la doctrina católica, se ofrecen a los jóvenes ámbitos para el encuentro personal con Cristo en la oración litúrgica y personal, ordinariamente surgen las vocaciones». La devaluación del sacerdocio ha pasado, por ejemplo, por no considerar al varón «como único sujeto válido del orden sacramental».