R. GARCÍA

Un vecino de Gijón de 76 años fue detenido el pasado martes acusado de amenazar con una navaja a varios empleados de un banco. El arrestado no estaba satisfecho con las comisiones que le estaban cobrando por un préstamo personal, por lo que trató de emprenderla a golpes con los empleados de la sucursal situada en la calle Andalucía, en Pumarín.

Los hechos tuvieron lugar apenas diez minutos antes de las diez de la mañana. El detenido entró en la oficina y exigió, según fuentes policiales, «conocer el estado de sus cuentas». Además pidió «la devolución de las comisiones que se le habían cobrado por la solicitud de un préstamo» alegando que no había sido bien informado. Los trabajadores de la sucursal no le pudieron solucionar su problema por lo que el ciudadano empezó a ponerse nervioso. Fue entonces cuando el septuagenario sacó una navaja y se enfrentó al subdirector del banco. Los demás trabajadores trataron de calmarlo, pero el hombre no cejó en su actitud llegando incluso a lanzarles una silla y el monitor de un ordenador.

Al ver que no podían controlar la situación, los empleados decidieron dar avisar a la Policía a través de la central de alarmas. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varios agentes. Los funcionarios trasladaron al detenido a la unidad de psiquiatría de Jove y le requisaron la navaja.

Cuando le dieron el alta hospitalaria, los agentes escucharon su declaración y le dejaron en libertad. Los responsables del banco no han presentado denuncia contra el acusado al entender que su comportamiento fue «debido a la mala situación personal que está pasando». El septuagenario padece una enfermedad mental y atraviesa además «un mal momento económico», según fuentes cercanas al caso. La mujer del detenido se encuentra también enferma. Todos estos factores propiciaron el nerviosismo del acusado y su violenta reacción.

En los Juzgados gijoneses se continúa con el proceso abierto contra otro acusado de intentar quemar al director de un banco gijonés en junio de 2009. En aquella ocasión el acusado, natural de Grado aunque vecino de Gijón, no estaba contento con las condiciones de su hipoteca por lo que arrojó dos botellas de gasolina y amenazó con incendiar el banco.