M. C.

El abuelo materno de Carmen Ngudi Cordero pasó de estar en el bando republicano en Barcelona, como guardia de asalto, a ser «depurado» y trabajar como chófer en la Policía Armada tras la Guerra Civil. Entre otros destinos, sirvió en la casa civil de Franco. También en la Comisaría de Vallecas: «Nunca quiso otro destino que ser chófer, aunque se lo ofrecieron, porque sabía lo que pasaba. En una ocasión encontró la navaja que había escondido un detenido en el coche y se la trajo para casa. Si se la entregaba a sus compañeros, le iban a dar el doble al pobre», recuerda Mercedes Cordero.